Con la bajada de las temperaturas, nuestras mascotas y en este caso los gatos, también se verán afectados por ellas. El frío les afecta por igual, aunque es cierto que siempre hay unos felinos más sensibles que otros. Todo dependerá de la raza así como de la edad o de ciertas enfermedades que puedan padecer.
Pero aún así, para que no se nos escape nada, no está de más el conocer todo lo que les afecta el frío. Porque así entenderemos que se parecen más a nosotros, de lo que nos podíamos imaginar. Ellos no llevan nada bien los cambios de temperatura y así nos lo harán saber.
Cambio de temperatura, un problema para las articulaciones del gato
Es cierto que por algo puntual no debemos alarmarnos. Pero cuando tenemos dudas, lo mejor es siempre acudir al veterinario porque solo él o ella podrán hacer un diagnóstico mucho más preciso. En el caso de los problemas de articulaciones o bien, la artrosis no siempre es algo sencillo de ver a simple vista. Pero también es verdad que este tipo de problemas se acentuará cuando estamos hablando de la temporada más fría. No le dejará moverse tanto y el dolor o los hormigueos pueden hacer acto de presencia. En ellos los notaremos porque parece que están mucho más irritados.
Un resfriado también es cosa de los gatos
Porque no solo las personas son las que tienen un catarro de vez en cuando. Los cambios de temperatura no vienen bien a nadie. Ni a nosotros ni tampoco a nuestras mascotas. Están acostumbrados a soportar bastante calor y por ello, en invierno, la tienen que buscar de alguna manera. De ahí que al cambiar la temperatura, su cuerpo puede que no esté preparado y aparezcan los primeros síntomas. Algunos de ellos, ya los conocemos de sobra y es que son los estornudos, tos y un poco de lagrimeo, entre otros.
Más sensibilidad a las temperaturas
Lo cierto es que cuando un animal tiene poco tiempo de vida, es bastante más sensible a estos cambios de temperatura. Algo que también sucede en edades más avanzadas. Cuando un gato pasa de los 8 años, puede que se vuelva más sensible al cambio de las temperaturas y te lo haga notar. Del mismo modo, los que tienen poco pelo tampoco se escapan de ello. Así que, si siempre debemos de preocuparnos por el bienestar de nuestros gatos, en ciertas épocas de su vida, todavía más. De modo que puedan estar lo más cómodos posible.
Cuida su alimentación contra el frío
Lo cierto es que uno de los primeros pasos a dar, es siempre apostar por una buena alimentación. Porque así sabemos que estará cuidado desde dentro, evitando todo tipo de enfermedades. Es por ello que dentro de su alimentación, tanto el Omega 3 como el 6 tienen que ser parte de la misma. En ocasiones también el colágeno, para que los problemas de articulaciones que antes mencionamos, se frenen.
¿Cómo puedo ayudar a mis gatos a combatir el frío?
Es más sencillo de lo que podíamos pensar, pero es cierto que necesitamos estar más atentos que nunca. Por un lado, intenta evitar todo tipo de corrientes de aire, así como los cambios bruscos en casa. Claro que eso de las camas térmicas también es una buena opción. Si no quieres invertir en ella, ya sabes que con unas mantas que no uses, también podrás crear un espacio perfecto y calentito para tu felino. Si te vas de casa, intenta no dejar ningún tipo de radiador o calefactor encendido. Porque los gatos son tan curiosos que pueden meter la pata y crear un disgusto que no necesitamos. Si el sol se digna a aparecer, les dejaremos que recarguen energía a través de los rayos del mismo.