Las planchas son uno de los ejercicios más comunes que tenemos en todo entrenamiento. Pero a veces al ser tan habitual no les prestamos la atención que realmente llevan. Esto en sí ya trae consigo un posible problema, porque cuando no hacemos las cosas correctas pueden llegar ciertos problemas o lesiones a nuestras vidas y no es algo que queramos.
Así que, lo mejor es optar por realizar cada ejercicio de una manera precisa, prestando especial atención a nuestra posición y a todo el cuerpo implicado. Si todavía no sabes bien cómo realizar unas planchas correctamente, entonces no debes preocuparte. Porque te dejamos con los mejores pasos que sí debes dar. ¿Comenzamos?
La técnica correcta al hacer las planchas
Todos y todas sabemos que las hacer las planchas tiene una serie de beneficios para nuestro cuerpo. Entre ellos están el de fortalecer los músculos, así como mejorar el metabolismo así como facilitar la respiración y el equilibrio o la flexibilidad. Pero es cierto que son más los beneficios pero antes de disfrutarlos tendrás que realizar la técnica correcta. Por eso, hay que prestar especial atención a la postura que realizamos en cada ejecución.
A la hora de extender el cuerpo hacia atrás, debes contraer los glúteos. Luego, intenta que el cuerpo se mantenga en una línea recta. Es decir que tanto la cadera como la cabeza deben estar a una misma altura. Recuerda que la vista es mejor mantenerla hacia abajo, hacia la parte del suelo o de las manos. Con los antebrazos también harás un poco de fuerza pero contra el suelo. Tienes que evitar hacer esa fuerza o tensión en la parte de los hombros, sino concentrarte en que todo el impulso irá hacia abajo.
Evita arquear la espalda
Arquear la espalda es uno de los errores frecuentes a la hora de hacer las planchas. Quizás porque pensamos que estamos más cómodos pero no. De ahí que sea sumamente importante el contraer los glúteos, con la finalidad de tensar la zona y evitar el arqueamiento de la parte baja de la espalda. Ya que puede desencadenar algún que otro dolor cuando no lo estamos haciendo de la manera correcta. Sin olvidar que cuando contraemos los glúteos estaremos activando también la zona abdominal.
No pienses en el tiempo que aguantas al hacer la plancha
Es otro error y muy frecuente. Cuando nos ponemos en la posición correcta, pensamos en el tiempo que podremos estar aguantando las planchas. Pero no, lo mejor es pensar en la técnica correcta y el tiempo ya llegará. Como bien se suele decir, siempre es mejor poco tiempo pero bien hecho. Ya que poco a poco sí que podremos aumentar los segundos hasta conseguir estar un minuto o quizás dos. Si no tienes la mente centrada en lo que estás haciendo, puede que el tiempo se pase más lento y no consigas tu objetivo.
Necesitas descanso
Aunque es un ejercicio de lo más común, como hemos comentado, esto no significa que lo tengamos que hacer cada día. Debemos descansar también, como lo hacemos de otras muchas rutinas que nos imponemos. Así que con tres veces por semana será más que suficiente. El cuerpo también necesita volver a pillar energía y si descansamos, hará su trabajo con más fuerza que nunca. Así que, descansa y si tu cuerpo te lo pide, más aún.
Ajusta la plancha a tus necesidades
Porque no todos y todas podremos realizar los mismos ejercicios. En ocasiones hay algunos problemas añadidos que pueden hacer que nuestro cuerpo no los lleve a cabo como nos gustaría. Así que, puedes comenzar realizando una serie de ajustes. ¿De qué manera? Pues en lugar de extender todo el cuerpo hacia atrás, prueba a colocar las rodillas en el suelo. De igual manera, si quieres hacer la plancha lateral, apoya las rodillas, los pies hacia atrás y elevarás cadera mientras te apoyas en el suelo con el antebrazo. ¡Así, poco a poco, conseguirás grandes resultados!