Como hacer jabones de forma sencilla para tu hogar

Jabones caseros

El jabón es esencial en nuestros hogares; lo utilizamos para nuestra higiene personal, así como para lavar la ropa o incluso como ambientador. Y aunque requiere de algunas medidas de seguridad, la elaboración de jabón en casa no implica grandes complicaciones ni el uso de instrumental extraordinario.

En Bezzia queremos hoy enseñaros como hacer jabones en casa de forma sencilla y seguro. Al menos, unas primeras nociones que despierten vuestra curiosidad y os animen a elaborar vuestros propios jabones naturales. A partir de sosa, agua y aceites podéis elaborar infinidad de versiones enriquecidas con activos naturales.

Cómo hacer jabones

Saponificación es el nombre que se le da al proceso de fabricación del jabón, a la reacción que ocurre cuando un ácido graso se mezcla con un álcali. Esta reacción que tradicionalmente se provoca a alta temperatura, puede hacerse también sin necesidad de calentar la mezcla y con instrumentos de cocina básicos.

Jabones caseros

El álcali más utilizado para hacer jabones sólidos es el hidróxido sódico o sosa cáustica, un componente altamente corrosivo cuya reacción con el agua provoca humos tóxicos que nos obliga a tomar ciertas medidas de seguridad, como mas tarde explicaremos, mientras elaboramos el jabón.

Ingredientes principales

Los jabones naturales se elaboran principalmente a partir de sosa, agua y aceites. A esta fórmula básica se le suelen incorporar además colorante y principios activos naturales para enriquecer los jabones con propiedades beneficiosas para la piel.

  • Álcali: Mientras que para elaborar jabones sólidos la sosa cáustica es indispensable, la potasa es más apropiada para la fabricación de jabones líquidos artesanales.
  • Aceites: Podemos escoger entre una amplia gama de aceites para elaborar nuestros jabones. Es habitual en la fabricación del jabón combinar aceites sólidos y líquidos a temperatura ambiente, en una relación 60% – 40% respectivamente. Los aceites sólidos más habituales son el aceite de coco, manteca de karité y cacao; mientras que entre los líquidos son frecuentes el aceite de oliva, almendras, aguacate o ricino.

Cada aceite que escojas para fabricar el jabón exigirá una cantidad específica de sosa para producir la reacción de saponificación y transformar las grasas en jabón. Podrás calcularla multiplicando la cantidad en gramos del aceite o aceites por el índice de saponificación que encontrarás en tablas.

Indice de saponificación de algunos aceites

  • Agua desmineralizada. El agua se utiliza para disolver la sosa cáustica y formar asi la lejía o dicho de otra forma, el medio donde se produce la saponificación. Es recomendable utilizar agua desmineralizada porque a diferencia del agua corriente no contiene impurezas ni tampoco minerales o sales que puedan intervenir en el proceso.

Paso a paso básico

  1. Antes de empezar debemos tener a mano todo aquello que vayamos a necesitar: un recipiente de cristal suficientemente grande para realizar la mezcla, un termómetro de cristal, una batidora, una cazuela, una cuchara de madera, todos los ingredientes que vayamos a utilizar debidamente pesados, moldes de silicona para jabones, guantes y gafas de seguridad. Además tendremos que asegurarnos que el espacio esté debidamente ventilado.
  2. Si quisiéramos utilizar algunas flores secas este es el momento de echarlas a los moldes, de modo que al desmoldar podamos verlas adheridas al jabón.
  3. Nos ponemos un delantal, los guantes y las gafas de seguridad y vertemos el agua en el recipiente de cristal. Lo colocamos bajo la campana; así los humos que se produzcan en el siguiente paso saldrán por el extractor.
  4. Añadimos la sosa cáustica con mucho cuidado y muy poco a poco de modo que vaya reaccionando, cogiendo calor y disolviéndose. Antes de volver a echar otro poco de sosa, nos aseguraremos de que se disuelva la ya vertida. Dejamos que la mezcla repose hasta que su temperatura baje hasta los 40ºC.
  5. Mientras, en una  cazuela calentamos el aceite a fuego lento hasta que alcance los 40ºC. A continuación lo mezclamos con la sosa cáustica y batimos hasta lograr un espesor similar a la de un gel. Antes de que se enfríe añadimos también los aceites esenciales, las semillas o aromas y removemos para homogeneizar la mezcla.
  6. Para terminar, vertemos la mezcla los moldes. Los tapamos con una toalla y dejamos reposar (sin moverlo ni destaparlo) hasta que enfríe durante 24 horas.
  7. Una vez han pasado 24 horas, desmoldamos los jabones y los guardamos durante un mes en un lugar fresco y seco para que se sequen del todo, pierdan los restos de agua y la sosa complete su neutralización.

Como hacer jabones

Recetas de jabones

La ventaja de elaborar nuestros propios jabones, mas allá de conocer sus ingredientes,  es poder jugar con estos para lograr fórmulas adecuadas para nuestro tipo de piel. Sin embargo, para coger confianza lo ideal es comenzar con recetas sencillas como estas:

Jabón de aceite usado

Jabón de aceite usado

Este jabón era utilizado antiguamente para lavar la ropa. Puede utilizarse de forma sólida o en forma líquida para utilizarlo en la lavadora. Bastará con coger una pastilla sólida, rallarla y mezclarla con el doble de agua. Una vez reposada la mezcla, trituraremos la mezcla con la batidora, logrando una consistencia similar a la del jabón comercial a la que podremos añadir algún aroma o perfume.

  • Ingredientes: 1 K. de aceites usados y colados, 350 g. de  agua destilada y 140 g. de sosa caústica.

Jabón de lavanda

Jabón de lavanda

El jabón de lavanda es uno de los que mas gustan por su aroma y frescura. Podemos utilizarlo como ambientador en el armario, para tratar el acné por poseer características astringentes y por supuesto para lavar la ropa.

  • Ingredientes: 210 ml. de aceite de oliva, 30 g. de sosa cáustica, 65 ml. de agua destilada, 20 gotas de aceite esencial de lavanda y flores de lavanda secas.

Jabón de Aloe Vera y miel

Jabones de aloe vera

El jabón de Aloe Vera es otro de nuestros favoritos a la hora de cuidar la piel. La combinación de esta planta con la  miel favorece la regeneración dermatológica y mantiene la piel sana e hidratada, a la vez que le aporta luminosidad.

  • Ingredientes: La pulpa de 2 ramas de aloe vera, 750 g. de aceite de oliva, 95 g. de sosa caústica, 234 g. de agua destilada, 2 cucharadas de miel.

Ahora que conoces todas las herramientas para hacer jabones, ¿te animarás a prepararlos en casa?


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