El aceite de mandarina logra combinar a la perfección un aroma fresco y agradable con unas maravillosas propiedades de tipo terapéuticas. Este tipo de aceite es ideal para dar masajes, para usarlo como difusor de aroma o para el cuidado de la piel. El aceite de mandarina se puede comprar en tiendas especializadas o hacerlo de manera casera y muy fácil.
En el siguiente artículo te contamos cómo hacer tu propio aceite de mandarina y qué usos le puedes dar.
El aceite de mandarina y sus beneficios
El aceite de mandarina se extrae directamente de la cáscara de la propia fruta de la mandarina. Se trata de un aceite esencial que ayuda a relajarse, a calmar la mente y a dormir de manera reparadora. El aroma del aceite de mandarina es mucho más suave que en el caso del de limón o el de naranja. Acto seguido te hablamos de algunos de los beneficios del aceite de mandarina:
Relajante natural
El aceite de mandarina actúa como relajante natural gracias a su aroma. Te ayudará a calmarte y a rebajar los niveles de estrés y de ansiedad.
Ayuda a dormir
El aroma del aceite de mandarina puede ayudar a conciliar el sueño y a descansar mejor.
Cuida la piel
Al contener propiedades antisépticas y regeneradoras, es perfecto para tratar problemas de la piel como las estrías o el acné.
Mejora la digestión
El aceite de mandarina puede ayudar a tratar ciertos problemas estomacales y a mejorar la digestión.
Cómo hacer tu propio aceite de mandarina
Puedes elaborar un aceite de mandarina casero de dos maneras diferentes:
Maceración con aceite portador
Se trata del método más fácil de elaborar aceite de mandarina. Para ello vas a necesitar lo siguiente:
- 6 mandarinas
- Aceite portador que puede ser de oliva o de almendras
- Rallador o pelador
- Botella de cristal hermética
- Colador
- Botella de cristal para guardar el aceite
Lo primero que debes hacer es lavar bien las mandarinas. Acto seguido y con la ayuda de un pelador, quédate con la parte externa de la cáscara.
Coloca las cáscaras en un lugar seco durante un par de días. Pon las cáscaras en la botella y añade el aceite portador. Es importante que no quede nada de aire en el interior.
Pon la botella en un lugar oscuro durante un par de semanas. No olvides agitar la botella una vez al día para que todo infusione perfectamente.
Una vez haya pasado el tiempo, filtra todo con la ayuda de un colador. Por último, guarda el aceite en una botella oscura y cierra bien. Guarda el frasco en un lugar seco y fresco.
Destilación por vapor
Se trata de un método algo más difícil ya que se necesita un equipo de destilación. Si decides hacerlo, vas a necesitar:
- Cáscaras de mandarinas secas
- Agua destilada
- Equipo de destilación
- Frasco con gotero de vidrio oscuro
Lo primero que debes hacer es preparar el alambique o equipo de destilación. Para ello debes llenar la parte inferior con agua y poner las cáscaras en la parte superior.
Acto seguido debes encender el fuego para que el vapor pueda arrastrar las moléculas de aceite de las cáscaras. Más tarde el vapor se enfría, separando el aceite del agua. Pon el aceite en un frasco y ya tendrás el aceite de mandarina.
Dónde se puede usar el aceite de mandarina casero
Este tipo de aceite lo puedes usar de diversas maneras:
- Para impregnar la casa con dicho aroma. Lo puedes poner en un difusor y conseguir cierto frescor en el ambiente del hogar. También puedes ponerte unas gotas del aceite en las muñecas para relajarte.
- El aceite de mandarina también se va a usar en el ámbito de la cosmética natural. Puedes añadir unas gotas en la crema hidratante o usar dicho aceite a la hora elaborar exfoliantes.
- También puedes usar el aceite de mandarina a la hora de dar masajes. Lo normal es mezclarlo con otros aceites esenciales para conseguir una buena relajación sobre la piel.
Algunas precauciones a tener en cuenta
- Debido a la fotosensibilidad, es importante no usar el aceite de mandarina antes de tomar el sol.
- No hay aplicar aceite de mandarina puro sobre la piel. Hay que hacerlo siempre con un aceite portador.
- Para evitar posibles alergias, es aconsejable hacer una prueba antes de usarlo.
- En caso de embarazo, es importante consultar a un profesional antes de usar dicho aceite.
Cómo conservar el aceite de mandarina
Para mantener las propiedades del aceite de mandarina por más tiempo, debes seguir los siguientes consejos:
- Guarda el aceite en un tarro de vidrio oscuro.
- Aleja el frasco del calor y del sol.
- Pon una etiqueta en el frasco con la fecha en el que fue elaborado el aceite.
Siguiendo todos estos consejos, el aceite de mandarina puede llegar a durar un año.
En definitiva, hacer tu propio aceite de mandarina es bastante fácil y sencillo y te ayudará a impregnar todo tu hogar de una fragancia fresca y maravillosa. También puedes usar este tipo de aceite para relajarte o para cuidar tu piel. Un aceite esencial que sin lugar a dudas debes tener en casa.