Las antiguas decían que cuando pican los ojos hay que rascarse con los codos. Prueba a hacerlo, te darás cuenta de que es imposible rascarse los ojos con los codos, ¿por qué decían esto las antiguas entonces? Porque los ojos no hay que rascarlos, porque hacerlo puede suponer que se hagan daño en los globos oculares. Con los bebés pasa lo mismo.
El problema de los bebés en cuanto a rascarse los ojos, es que los bebés no son conscientes de que se pueden hacer daño en los ojos al rascarse. Ellos notan una molestia y actúan para intentar aliviarla. A continuación vamos a comentarte qué debes hacer para evitar que los bebés se froten los ojos.
Cómo evitar que los bebés se froten los ojos
Puedes notar que tu bebé se frota los ojos en ocasiones frecuentes, especialmente si se siente cansado y molesto. Para minimizar los rasguños y otras lesiones personales, es útil evitar que su pequeño se frote los ojos. Esta etapa preventiva solo debería durar el tiempo suficiente para que madure y se dé cuenta de que puede lastimarse si se toca la cara sin cuidado.
Cubre las manos de tu bebé cada vez que pienses que puede frotar sus ojos. Que use guantes especiales para bebés o camisas para bebés con mangas que se pliegan sobre las manos para protegerle contra el frotamiento de los ojos y el rascado de la cara.
También puede simplemente bajar la camisa de manga larga de tu bebé sobre las manos para que sea difícil frotar sus ojos. Observa a tu bebé en busca de señales de fatiga y somnolencia. Bostezar y frotarse los ojos son indicaciones comunes de que un pequeño necesita tomar una siesta.
Cuando notes los primeros signos de somnolencia, acuesta a tu bebé de inmediato para evitar que la fatiga progrese hasta el punto de que quiera frotarse los ojos. Revisa los ojos de tu bebé en busca de signos de irritación. Es posible que vea costras alrededor de los ojos o un poco de polvo o pelusa en los ojos, lo que irrita a tu pequeño y hace que quiera frotar sus ojos.
Si ves un objeto extraño, sature una bola de algodón con agua fría y apriétela suavemente sobre el ojo de su pequeño para enjuagar el objeto. Limpia cualquier costra con una toallita limpia para limpiar los ojos de tu bebé. Si la irritación continúa, busca el consejo de tu médico para minimizar el roce de los ojos. Mantén las manos de tu bebé lejos de tu cara suavemente si quieres frotar sus ojos. Distrae a tu pequeño con un juguete o música cautivadora para distraerse frotando sus ojos.
Con estos consejos conseguirás evitar que tu bebé se frote los ojos. Esto es importante porque de esta manera evitará hacerse daño de manera inconsciente. Los bebés no son conscientes de que pueden hacerse daño con sus manitas y por eso deberás estar pendiente y usar estas estrategias para asegurarte de que tu bebé está bien protegido de daños oculares.