Cuando hablamos de sufrimiento no nos referimos al sufrimiento físico, que es inevitable, sino que en esta ocasión hablamos del sufrimiento psicológico al que en ocasiones nos vemos sometidos porque no sabemos gestionar nuestros sentimientos. Sumirse en un estado de sufrimiento que no va a resolver las cosas ni a cambiar factores externos solo nos hace daño.
Si te has dado cuenta de que los pensamientos negativos y tu estado de ánimo te acerca a un sufrimiento continuo puede que sea hora de que te plantees las cosas de otra manera. Os vamos a dar unos cuantos consejos para poder evitar sufrir sin sentido.
Evita autoflagelarte
Esto es algo que hacemos muy a menudo cuando nos equivocamos o cuando ocurre algo que es malo para nosotros y no podemos controlar. Nos autoflagelamos, por así decirlo, nos hablamos mal a nosotros mismos y nos sentimos mal con lo que ocurre. El caso es que esta es una de las formas de sufrir más inútiles que existen. Nuestra cabeza es la que controla nuestros sentimientos y es por eso que, aunque no podemos controlar lo que hacen otras personas o los factores externos, sí podemos controlar cómo nos sentimos y cómo afrontamos todo lo que nos pasa. Ante situaciones similares hay quien actúa de forma muy distinta y por ello hay quien consigue salir fácilmente de ese sentimiento que solo nos causa dolor.
No sufras por lo que no puedes cambiar
Si ha ocurrido algo que está fuera de tu alcance, es difícil no sentirse frustrado, enfadado o triste, sumiéndose en pensamientos y sentimientos negativos constantemente. No pasa nada por sentirse mal, pero no debe convertirse en algo habitual o podemos caer en una depresión o en un estado mental y psicológico que nos perjudique mucho a nosotros. Si no puedes cambiarlo, intenta no sufrir por ello, centrarte en otras cosas que sí puedes cambiar y disfrutar. Sufrir de forma inútil por algo que está fuera de nuestro alcance solo es una forma de sabotear nuestra felicidad.
Disfruta cada día de algo
Puede que tengamos un mal día y que ello haga que solamente veamos todo como algo malo. Pero cambiar un mal día por uno bueno es cosa nuestra, de nuestra propia actitud. No podemos evitar los problemas en muchas ocasiones, pero no por ello debemos pensar que todo en nuestra vida es malo. Puedes hacer este ejercicio y decidir disfrutar de algo bueno cada día en tu vida. Puede ser algo tan simple como hacer media hora de yoga, meditación, ver un capítulo de tu serie favorita dejando a un lado todo lo demás, dar un paseo con tu música favorita o bien tomar ese plato que tanto te gusta. Hay cientos de cosas que nos gustan y que podemos hacer a diario. Solo tienes que hacer una lista con ellas para ver lo mucho que puedes disfrutar de la vida si te lo propones.
La felicidad es una elección
Todas aquellas personas que están tristes porque les han pasado cosas malas tienden a pensar que la felicidad es algo que sucede. Pero lo cierto es que sí podemos elegir ser felices a diario. No es cuestión de estar siempre sonriendo o tratando de ser felices las veinticuatro horas, pero sí se trata de intentar ver las cosas de manera más positiva, mejorando así nuestro estado de ánimo.
Para conseguir ser más felices en las mismas circunstancias tenemos que ser positivos. Esto comienza con el pensamiento positivo, que puede mejorar nuestro estado de ánimo y hacernos ver las cosas de otra forma. Si controlamos nuestros pensamientos podremos controlar también nuestro ánimo y nuestros sentimientos en gran medida.