Si alguna vez te has preguntado si tienes intolerancia al gluten o eres celíaco, te queremos contar cuáles son los síntomas que aparecen, las patologías y las incomodidades que se sienten.
Desde hace años se ha empezado a tomar conciencia de que el gluten puede provocar muchos malestares a gran parte del a población, averigua si tú eres uno de ellos.
Esta intolerancia es permanente, no tiene cura y se ha de aprender a vivir con ella. Alrededor de 1% de la población es celíaca por lo que no es tan extraño conocer a alguien con esta alergia. Se estima además, que son más hombres que mujeres los celiacos.
Características del gluten
Cuando nos referimos al gluten nos referimos a la proteína que tienen algunos cereales como es el trigo, el centeno, la avena, la espelta, cebada, kamut o tricale. Lo difícil del gluten no es sólo evitar estos alimentos, sino la gran cantidad de productos que están llenos de gluten producidos por la industria.
Cuando una persona celíaca y consume gluten lo que le produce en el organismo una inflamación y deterioro de la mucosa del intestino delgado. Nuestro intestino contiene vellosidades que se encargan de la absorción de los nutrientes de los alimentos y si éstas vellosidades se deterioran por el consumo de gluten a la larga podrá ocasionar molestos síntomas y patologías más graves.
¿Cuáles son los síntomas de la intolerancia al gluten?
Si no estás seguro de si tienes o no esta intolerancia te contamos a continuación cuáles son los síntomas más comunes de la celiaquía.
- En los más pequeños puede causar síntomas como náuseas, diarreas continuas, vómitos, peso muy bajo, poco crecimiento y desarrollo.
- Entre los más adultos puede ocasionar otra serie de síntomas: diarreas, anemia, estreñimiento ocasional, pérdida de peso en otros casos.
- Propensión a padecer hematomas en la piel.
- Sangrado de nasal.
- Picores en la piel.
- Manchas rojizas en la piel.
- Pérdida de cabello.
- Cansancio y fatiga.
- Aftas en la boca.
- Calambres musculares.
- Dolor continuo en las articulaciones o músculos.
- Pérdida de la menstruación.
- Tener otras alergias o intolerancias como a la lactosa.
- Dolor abdominal.
- Exceso de gases.
- Mareos después de cada comida.
- Irritabilidad.
- Fuertes migrañas.
Aprende a diferenciar la intolerancia
Para saber realmente si es alergia al gluten o tan sólo presentamos una serie de síntomas por otras causas, lo mejor es realizarse un análisis de sangre, un examen de orina, control de heces o una biopsia intestinal.
Estos procedimientos son los más eficaces para determinar si somos o no celíacos, no tenemos que dejar pasar el tiempo si tenemos alguna sospecha porque a la larga nuestro organismo puede resentirse más de la cuenta y provocarnos daños indeseados.
Un método que podemos ir realizando en casa para averiguar si tenemos cierta intolerancia es abandonar todos los alimentos y productos que contengan gluten, así podremos saber si nuestra salud mejora y desaparecen los síntomas.
Vivir siendo celíaco
Afortunadamente a día de hoy podemos encontrar gran cantidad de alimentos a buen precio siendo seguros de que no presentan nada de gluten, muchos productores industriales se han concienciado y han extraído el gluten de muchos de sus alimentos, o sino, producen la variante sin harina de trigo.
Hay que prestar especial atención al etiquetado, porque puede que contenga trazas de trigo y esta pequeña cantidad nos pueda hacernos sentir mal.
Por otro lado, tenemos que tener cuidado en nuestra propia cocina, porque puede existir una contaminación cruzada, esto significa que un alimento que no presenta gluten en su composición se contamine con otro que sí que lo contiene. Evita utilizar los mismos cuchillos, tablas de cocina, cucharas de madera o superficies.
Cuando tenemos en casa a alguien celíaco tenemos que ser minuciosos y conscientes de que un poco de gluten podría hacerle enfermar.
Desgraciadamente ser celíaco no tiene cura y a partir del momento en el que se diagnostica, se debe cambiar radicalmente la dieta, existen revistas especializadas, gran cantidad de gente que también lo es y cada día más, los restaurantes están más concienciados, por lo que no hay que temer a esta enfermedad.