La organización de una boda puede llegar a ser muy difícil, porque hay que centrarse en todo tipo de detalles para que todo quede perfecto. En la actualidad es habitual realizar bodas temáticas o bien bodas en las que nos centremos en un color como protagonista, creando un espacio armonioso que haga disfrutar a los invitados.
Es por eso que vamos a hablar de cómo elegir los colores para una boda. Escoger un tono en concreto y ceñirse a él para crear la boda es una gran idea, porque podemos hacer que todo encaje a la perfección. No obstante, debemos escogerlo bien y saber añadirlo sin excedernos, algo que también es importante.
Escoge tu tono favorito
En las bodas se suele escoger un color que guste mucho a quienes se casan. Porque significa algo para ellos o porque les resulta bonito. No obstante, suele ser habitual escoger tonos que sean suaves, como el color turquesa, el coral o el verde menta. Aunque estos son tonos muy utilizados por quienes organizan bodas, también hay otros tonos que pueden usarse, como el rojo, el morado o el verde. Solamente hay que saber utilizarlos en la dosis adecuada.
Usa el blanco
El color blanco es la base de todo, ya que nos ayuda a aportar luminosidad y belleza a los espacios, destacando el tono elegido. Sirve de fondo en las mesas y en los espacios para que las pinceladas de color destaquen más. No hay que olvidar que el blanco es el tono por excelencia en las bodas, el color de la novia y de la pureza. Es por eso que se suele usar para rebajar el color.
Natural color verde
El color verde es un tono que habla de naturaleza. Es posible encontrarlo en todo tipo de tonalidades, desde el verde menta más claro, que ha sido tendencia los últimos años, al verde pistacho, el verde hierba o el verde más oscuro. En este caso se suelen utilizar plantas con tonos verdes para decorar las mesas, y se pueden mezclar tonalidades para darle más originalidad a la decoración.
Color gris sobrio
No todo el mundo ha pensado en hacer su boda en un color como el gris, que normalmente se relaciona con la tristeza. Sin embargo, es un tono de tendencia al que cada vez le vemos más belleza. Es un color que habla de elegancia y sobriedad, por lo que también es adecuado para una boda. La mantelería e incluso toques en el vestido y en los ramos pueden llevar esta tonalidad.
Alegre amarillo
El color amarillo es un tono muy alegre, que aporta luminosidad a cualquier espacio. Por eso puede ser un buen color para una boda en la que se desee transmitir precisamente este sentimiento de alegría. Es un tono bastante intenso, por lo que podemos ver cómo lo rebajan mucho con el color blanco. El amarillo se añade en toques pequeños que destacan igualmente.
Veraniego coral
El tono coral es uno de los más elegidos durante los meses de verano. Es un color claro, suave y muy cálido y alegre. Perfecto para una boda en la playa o en el exterior, ya que destacarán esos toques. En muchas bodas no dudan en añadir los tonos en las mesas, la decoración, la mesa dulce, la tarta de bodas e incluso los vestidos de las damas de honor.
Fresco color azul
El color azul es una buena elección. Es un tono fresco y sereno, aunque en su modalidad más suave, en el azul cielo, se relaciona más con los nacimientos de bebés, por lo que es mejor evitarlo. En este caso han utilizado un azul fuerte que hace destacar cada pequeño detalle.