Estar solos a veces es una elección y a veces es algo que simplemente ocurre. También es cierto que muchas veces nos sentimos solos aunque sabemos que hay gente en nuestra vida que está a nuestro lado. Es especialmente doloroso para algunas personas cuando se trata de no tener pareja, sobre todo si hablamos de días como el de San Valentín.
Pero aprender a disfrutar el tiempo en soledad es algo que todos deberíamos hacer. Estar solo también tiene sus cosas buenas y nos ofrece un aprendizaje sobre la vida y sobre nosotros mismos que deberíamos tener en cuenta para tener relaciones más sanas y menos dependientes cuando encontremos a alguien.
Estar solo o sentirse solo
Hay una diferencia entre estar solo o sentirse solo. Para disfrutar de la soledad no hace falta que nos alejemos de los demás o que nos sintamos solos. Es más, las personas que están aisladas y se sienten solas suelen tener miedo a esta soledad y llenan su tiempo y su vida con gente, aunque no les aporte lo que necesita, construyendo relaciones que son tóxicas y que suelen perjudicarles o hacerlos dependientes. Normalmente las personas que saben estar solas y disfrutan con ello tienen una vida social normal y rica a la que pueden acudir cuando lo deseen. Es decir, no se sienten solos pero sí disfrutan de esa soledad cuando la tienen. Y eso es lo que les ayuda a enriquecer su vida y sus experiencias.
Vida social placentera
Quienes son capaces de estar solos deben tener una vida social placentera que sea suficiente para ellos. No es que tengamos que tener muchos amigos, pero sí los suficientes en los que poder confiar, familia o pareja. Somos seres sociales y el aislamiento puede ser realmente malo si es permanente, puesto que puede llegar a causar patologías y problemas psicológicos como la depresión. Es por eso que para aprender a estar solo primero debemos tener una vida social que nos resulte satisfactoria.
Aprende a meditar
La meditación es una forma de estar solos llenándonos de una gran relajación, siendo conscientes del ser y estar. En el mundo actual solemos estar muy desconectados, no solo con los demás sino también con nosotros mismos, por lo que a veces es muy necesario eliminar todo ese ruido y sentarse en soledad a apreciar la tranquilidad. Meditando durante media hora aprendemos a estar solos y la importancia de estarlo de vez en cuando, sin los opiniones y vidas ajenas que hacen que nos perdamos en esa vorágine que es la sociedad. Es realmente importante pararse y aprender a escuchar nuestro propio ser, sus necesidades, sus miedos e ilusiones. Solamente así podremos conocernos realmente, ya que hay quien solo se conoce a través de la visión de los demás.
Realiza una actividad
Cuando realizamos actividades a veces lo hacemos para conocer gente o vamos a clases grupales, pero hay muchas actividades que pueden ser satisfactorias y que podemos hacer en total soledad. Por ejemplo, leer libros que nos gustan pueden proporcionarnos momentos de soledad llenos de gozo. También hacer cosas divertidas como tocar la guitarra o hacer un puzle. Son muchas las personas que disfrutan de sus aficiones en total soledad y se ven beneficiadas con estos momentos a solas.
Una actividad social en soledad
El último paso suele ser el realizar una actividad que es muy social pero que hacemos en soledad. Un ejemplo sería ir al cine o ir a comer a un restaurante pero completamente solos. Este tipo de situaciones suelen ser sociales y por eso son las que más nos cuestan. Al hacerlas en soledad podemos disfrutar de ellas de una forma distinta.