Si alguna vez habéis disfrutado de los tratamientos de un spa, seguro que entre sus ofertas se encontraban los populares baños de arcilla. Este es uno de los tratamientos más utilizados en estos lugares, que además viene de siglos atrás. Las propiedades del barro y de la arcilla para mejorar el estado de la piel son ya más que probadas.
Los baños de arcilla nos ofrecen una gran cantidad de beneficios, pero es que además podremos disfrutar de algo así en nuestra casa si nos lo proponemos. Para aquellos que deseen la opción más fácil, solo hay que buscar en un spa para poder encontrar este tipo de técnica.
Beneficios de la arcilla
La arcilla cuenta con muchísimos beneficios, no en vano hay lugares en los que esta se da de forma natural y se utilizan para darse baños. Pero si no conocemos ninguno de estos lugares, siempre podemos disfrutar de sus beneficios en casa o en un centro de belleza. La arcilla cuenta con muchísimos beneficios para la piel. Ayuda a cicatrizar, exfolia y desintoxica la piel. Es buena para acabar con la celulitis y mejorar la circulación. Además, estos baños están especialmente indicados para las personas que sufren de problemas en la piel tales como la psoriasis o la dermatitis atópica. Estos problemas son recurrentes y los baños de arcilla ayudan a equilibrar y a aliviar la piel con estos problemas. También se pueden utilizar para las pieles sensibles y con rojeces. Por otro lado, los baños de arcilla ayudan a tener la piel mucho más firme y joven, si se realizan con frecuencia.
Cómo preparar la arcilla
La arcilla se vende en herboristerías en forma de polvo normalmente. Este polvo debe ponerse en un recipiente amplio o bien se mezcla con el agua de la bañera, dependiendo de cómo vayamos a tomar el baño de arcilla. La arcilla debe mezclarse con el agua teniendo cuidado de no añadir demasiada si queremos usarla sobre el cuerpo, porque si queda muy líquida será difícil de aplicar. Además, si tenemos pensado utilizarla en todo el cuerpo siempre es mejor hacer una cantidad generosa.
Una baño de arcilla en la bañera
Una de las formas de tomar un genial baño de arcilla es aplicarla sobre la bañera, con el agua por la mitad. Es algo más engorroso por el hecho de tener que limpiar toda la bañera después, pero a su vez se trata de una forma muy relajante de disfrutar de este tipo de baños. Se pone el agua hasta que nos cubra y luego se añaden los polvos de la arcilla, mezclando bien ambos. Quedará bastante líquida, pero es así como se disfruta de estos baños. Nos sumergiremos y estaremos diez o quince minutos. Después aclararemos todo con la ducha.
Baño de arcilla sobre la piel
Si no queremos llenar toda la bañera de arcilla, siempre podemos aplicar la arcilla directamente sobre la piel a modo de tratamiento. Se puede preparar la arcilla dejando una textura pastosa que sea fácil de extender pero que no quede demasiado líquida. La textura de una crema es ideal para esto. Se irá aplicando con las manos sobre la piel y dando un ligero masaje. Se deja secar unos diez minutos y a continuación se quita con agua tibia en la ducha. Notaremos la piel mucho más suave y limpia. Es posible hacer estos baños una vez a la semana. Si tenemos algún problema de piel veremos cómo esta vuelve a su estado natural, hidratada y tersa. No se debe abusar tampoco de las propiedades de la arcilla por lo que siempre es mejor informarse sobre las cantidades y las veces que se puede usar en la piel.