Cómo controlar los brotes de acné

brote de acné

Una vez pasada la adolescencia, los brotes de acné deberían ser puntuales, pero pasan y queremos controlarlos, eliminarlos y que no nos dejen marcas en la piel después. Por ello es interesante saber sus posibles causas para prevenir su aparición y también saber qué hacer una vez han aparecido.

Si os interesa saberlo todo sobre estos brotes de acné, esté es vuestro artículo. Veamos qué ocurre en nuestra piel y como solucionarlo.

Brotes de Acné

Lo primero en lo que debemos fijarnos es si el brote de acné es puntual, es repetido en el tiempo cada ciertas semanas o meses, o sí parece estable (es decir, tenemos acné casi todos los días en la cara, acaben de salir o estén secándose).

Problemas de acné

Brote de acné prolongado

Si nuestro caso es el último, es un acné prolongado en el tiempo, puede significar que hemos desarrollado un problema hormonal o alimenticio (intolerancia). Por lo tanto deberíamos consultar a un médico. Si lo hormonal está descartado, los alimentos que más fácilmente provocan acné en los adultos son los lácteos (sobre todo leche y nata) y los cereales (el gluten). En concreto si el acné nos sale en torno a la boca, mentón, mandíbulas, es muy probable que su origen sea una intolerancia.

Comprobar si es intolerancia

Una forma muy fácil de comprobar si tenemos una intolerancia es dejar de consumir durante dos-tres semanas lácteos y/o gluten. Quitar ambos puede ser bueno para ver si así se nos va el acné y si se hubiera ido podemos empezar a incorporar aquellos alimentos (dentro de lácteos y gluten) que mejor asimila el cuerpo. Es decir, estar una semana comiendo normal pero incorporando yogures y quesos. Si todo parece ir bien, incorporamos también cereales (evitando lo refinado y si puede ser el trigo también). Si continuamos sin granos, podemos dar otro paso más, nata y mantequilla… después el paso final, trigo… y leche.

Con este proceso podremos ver cuándo nos empiezan a aparecer los brotes de acné y saber en concreto si es por los lácteos o por el gluten y dentro de ellos saber hasta qué punto tenemos intolerancia y qué podemos o no comer. Y, por supuesto, evitar los alimentos que sepamos que nos provocan el brote.

Otro paso es vía médico comprobar la intolerancia a los lácteos (proteína de la leche y/o lactosa) y al gluten. También tener en cuenta que si la intolerancia es muy bajita puede no salir en los resultados. Por ello, hay que fijarnos en nuestro cuerpo y si sabemos que algo nos sienta mal.. pues ser inteligentes y escuchar lo que nuestro organismo nos dice.

Acné

Brotes de acné puntuales, esporádicos

Los brotes de acné puntuales pueden tener muchas causas: medicamentos, higiene, alimentación, genética, cambio hormonal, estrés, uso de ciertos objetos contra la piel…

  • Hay ciertos momentos que algunos medicamentos que tenemos que usar, nos bajan las defensas y alteran nuestras hormonas y nuestra piel (barrera protectora contra lo externo) se resiente. También los cambios hormonales y los posibles medicamentos que nos receten nos pueden provocar el brote.
  • Hay algunos objetos que diariamente ponemos en la piel y que pueden estar sucios o irritar la piel produciendo granos: móviles, cascos, gorros e incluso brochas de maquillaje o toallitas.
  • Ya hemos hablado de la importancia de la alimentación, y si nuestro acné es puntual puede que se deba a un exceso de lácteos y carbohidratos o azúcares. Controla un poco la dieta y mejorará.
  • Un mal cuidado o higiene de la piel. Cremas grasas o aceitosas que puedan taponar los poros. Maquillaje que no deja respirar la piel. Por ello la importancia de que los productos que usemos sean no comedogénicos (es decir, que no taponan).
  • La genética es importante, ya que si tu madre o padre tiene acné, puede ser esa la causa.
  • Ciertos cambios en hormonas como la testosterona, el estrógeno o la progesterona pueden suponer la apariencia de acné. En mujeres estos cambios se producen sobre todo en épocas como el embarazo y la menopausia.
  • El estrés suele ser un acelerador o un potenciador de un acné que podemos tener ya pero muy leve. No suele ser la causa que lo desarrolla, pero sí que hace que de un granito se desarrolle un brote.

Cremas faciales

¿Cómo controlar los brotes de acné?

Sea cuál sea la causa por la que nos aparecen los brotes de acné (o mientras localizamos la causa para evitarlos) debemos curar nuestra piel. Una buena rutina de limpieza e hidratación es fundamental. Debemos coger una limpiadora de piel suave, que ayude con el acné y los poros y usarla mañana y noche. Después de la limpieza, un tónico suave que equilibre el ph de nuestra piel y después una hidratante que regule el sebo y proteja la piel evitando la proliferación de las bacterias que producen el acné. Hay muchas marcas especializadas en pieles con acné, debemos buscar una que sea calmante y respetuosa con la piel. Componentes como aceite de árbol de té, ácido salicílico, niacinamida o zinc serán nuestros aliados.


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