El morado es un color femenino y bonito, muy combinable si lo pensamos en una falda o en unos pantalones aunque algo difícil si hablamos de zapatos.
No es que sea un color imposible para llevar en los pies pero lo cierto es que hay que meditarlo unos segundo para así destacar su potencial cuando tiñen unas sandalias o unos zapatos. Cuando las combinaciones no son las adecuadas la experiencia puede devenir en desastre y el resultado un convoy de falta de estilo y glamour.
La regla de oro es la siguiente: siempre que sea posible combínalo con colores neutros. De esta forma el calzado morado se transformará en un guiño especial dentro de tu outfit, ese detalle único con el que buscas marcar la diferencia.
No es difícil seguir esta regla pues a pesar de sus límites admite varias opciones: pantalones negros y camisa al tono con zapatos morados, falda blanca con camiseta de algodón y unas sandalias que rompan la armonía, ballerinas violetas con un vestido nude.
Ahora bien, el morado admite cierta flexibilidad y es por eso que puedes usarlo con prendas estampadas siempre y cuando dentro de la estampa esté presente esta tonalidad. En ese caso, elige una cartera en color neutro para romper la simetría.
Por último, es posible dar un paso más si combinas tus zapatos morados con colores igual de llamativos pero que combinan a la perfección, como el amarillo o el rojo. Estudia bien las prendas y la forma del zapato morado pues pagarás el precio por cualquier pequeño error ya que aquí juegas con los límites.
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