¿La cinta de tu persiana se ha deteriorado hasta romperse? Persianas y cintas no son elementos de nuestro hogar que nos veamos obligadas a cambiar con asiduidad así que es normal que llegado el momento ¡no sepamos como hacerlo! ¿Sabrías colocar una cinta de persiana nueva?
Las persianas hacen una gran labor en nuestros hogares; no solo nos ayudan a regular la luz sino que nos protegen del frío en invierno y el calor en verano. Estar sin ellas puede resultar molesto, por eso te facilitamos el paso a paso para colocar una cinta de persiana de forma sencilla. ¡Ponte a ello!
Compra la cinta de persiana
Para poder sustituir la cinta de la persiana deteriorada tendrás que comprar una nueva y no, no todas las cintas de persiana son iguales. Existen diferentes tipos, así que lo primero que tendrás que hacer será medir la que se ha deteriorado o roto para comprar una con el mimo ancho y longitud. ¿Y cómo mido la longitud sin sacar antes la cinta? Bastará con que multipliques la altura de la ventana por 2,5 y esto te dará una idea aproximada ya que ha cintas desde los 6 hasta los 50 metros.
Accede al cajón
Una vez tengas la cinta el primer paso para cambiarla será acceder al eje de la persiana que se encuentra en el cajón. Algunos cajones tienen un cierre a presión y bastará con tirar de la tapa para abrirlos; otros presentan un par de tornillos que deberás desatornillar.
Desmonta el cajetín y retira la cinta vieja
Ahora que tienes acceso al eje sube la persiana para que así toda la cinta quede recogida en el cajetín. Una vez hecho, inmoviliza la polea con sargentas o cualquier otro sistema para que la persiana no se caiga mientras retiras la cinta.
Una vez esté segura, saca una foto del cajón para que después puedas consultar como estaba la cinta puesta si tu memoria te falla y después, suelta el nudo de la cinta, desmontar el cajetín de la pared y retirar la cinta antigua.
Coloca la cinta nueva
Coge la cinta nueva y quema ligeramente uno de sus extremos con un mechero para que no se deshilache si este no viene ya acabado para que eso no ocurra. Colócala en la polea superior dentro del cajón, dale dos vueltas y realiza un nudo en el extremo. Tensa, retira las sargentas o aquello que hayas puesto para inmovilizar la persiana y bájala para que se enrosque la cinta.
Después, corta la cinta un poco más abajo de la altura del cajetín, quemando el extremo como has hecho antes. Una vez hecho, mételo por la ranura inferior del cajetín y en el sentido de giro llévala hasta el tornillo de sujeción. Haz un agujero en el lugar adecuado, no demasiado cerca del extremo y coloca el tirafondo para que la correa no se mueva. ¿Te parece difícil esta parte? Viendo este video de El Manitas no quedará ninguna duda de como hacerlo, ¡te lo aseguramos!
Devuelve el cajetín a la pared
Sube la persiana hasta arriba del todo y vuelve a inmovilizarla. Desengancha el eje del cajetín de abajo y enrolla manualmente la cinta en este asegurándote que no se gire ni retuerza en ningún momento. Una vez enrollada, monta de nuevo el cajetín y atorníllalo a la pared.
Ahora solo tienes que retirar aquello con lo que hayas inmovilizado la persiana y comprobar que todo funcione. Sube y baja la persiana un par de veces y si va bien ¡habrás terminado el trabajo!