Vivimos en un mundo repleto de información y de estímulos, lo que hace que en ocasiones perdamos el interés rápidamente o que nos encontremos distraídos de forma constante. Concentrarse en una tarea es difícil si contamos con todas estas distracciones y eso hace que seamos menos productivos, ya sea en nuestro trabajo o en los estudios e incluso en las tareas simples del hogar.
Es por eso que debemos aprender a concentrarnos en una tarea cuando la estamos haciendo, ya que nos reporta grandes beneficios. Es por eso que tenemos que aprender algunas técnicas sencillas para aplicar en el día a día de forma que seamos capaces de concentrarnos en la tarea que estamos realizando.
Consigue un espacio tranquilo
Una de las cosas que más nos pueden llegar a distraer si tenemos que estudiar, leer o simplemente preparar algún trabajo es el ruido y los ambientes en los que hay distracciones. Es decir, tenemos que eliminar todo eso. Cierra las ventanas, apaga el móvil o ponlo lejos, apaga televisor o cualquier aparato que produzca ruido y hazte con unos buenos tapones para los oídos. El silencio nos ayudará muchísimo a concentrarnos porque nuestro cerebro no se distraerá con otras cosas que a veces nos sirven de excusa para evitar hacer lo que debemos hacer.
Estudia cómo te comportas
En ocasiones no nos damos cuenta de todo el tiempo que perdemos precisamente porque nos distraemos y caemos en ese error. A la hora de gestionar mejor el trabajo que hacemos debemos observar cómo lo organizamos para así mejorar este punto. Para ello debemos darnos cuenta de cómo nos comportamos. Incluso es una buena idea escribir el tiempo de estudio o trabajo, el tiempo que paramos y el por qué. Esto nos dará una idea muy buena de los grandes fallos que tenemos y cómo corregirlos. Es como si observásemos un comportamiento desde fuera, lo que nos da muchas más pistas sobre cómo evitar los errores.
Crea límites y metas
En muchas ocasiones llegamos a perder tiempo y a distraernos porque no tenemos una hora límite. Es decir, pensamos que tenemos horas por delante y esto hace que nos cansemos antes de concentrarnos en la tarea y que al final tardemos mucho más tiempo en hacerla. Es por eso que a la hora de hacer las tareas tenemos que ponernos metas y límites. Es decir, podemos pensar en que vamos a aprender determinadas palabras en veinte minutos o que en media hora tendremos que haber terminado el tema. Esto hace que el límite nos aporte pautas para reducir el tiempo que perdemos. Nos concentramos en terminar la tarea porque tenemos un tiempo limitado y así lo aprovechamos mucho mejor.
Organiza el área de trabajo
Hay veces en las que la falta de concentración e incluso la falta de ganas de trabajar llega porque tenemos un espacio que no nos ayuda en absoluto. En estos casos debemos plantearnos cambiar ese espacio de trabajo para mejorarlo. Hay que organizar el área de trabajo para que podamos tener un lugar en el que concentrarnos. Se debe tener buena luz y retirar todo aquello que suponga una distracción visual. Es mejor usar tonos claros y suaves, que nos ayuden a relajarnos para poder concentrarnos.
Busca apoyo en los demás
Muchas veces las distracciones vienen de nuestra familia y amigos. Entran y salen, encienden el televisor o vienen a contarnos cosas. Es importante avisarles de que estamos realizando tareas y que necesitamos que no nos molesten durante ese tiempo. Así lograremos evitar distracciones ajenas de otras personas. También es importante buscar el apoyo de los amigos para que no nos propongan planes que nos resulten tentadores cuando necesitamos invertir el tiempo en estudio o tareas.