Si te has dado cuenta de que tu pequeño paquete de alegría se balancea hacia adelante y hacia atrás sobre sus rodillas, puede significar que está listo para comenzar a gatear. La mayoría de los bebés aprenden a gatear entre los 7 y los 10 meses y se vuelven adeptos a esta habilidad cuando tienen un año.
¿Por qué es importante el gateo?
El gateo es un hito fundamental en el desarrollo psicomotor de los bebés. Más allá de ser simplemente una forma de desplazamiento, ofrece beneficios clave como:
- Fortalecimiento muscular: Los movimientos implican el uso coordinado de brazos, piernas y torso, fortaleciendo la musculatura general del cuerpo del bebé.
- Desarrollo de la coordinación y el equilibrio: Al coordinar manos y rodillas de manera alternada, el bebé mejora significativamente su equilibrio.
- Estimulación cerebral: Este movimiento cruzado conecta ambos hemisferios cerebrales, lo que favorece habilidades cognitivas futuras como la lectura y la escritura.
- Exploración del entorno: Gatear anima a los bebés a descubrir nuevas texturas, objetos y espacios, fomentando la curiosidad y la independencia.
Formas de gateo: No todos los bebés lo hacen igual
Es importante destacar que cada bebé gatea de manera diferente. Algunas de las formas más comunes de gateo incluyen:
- Gateo tradicional: Se desplazan usando manos y rodillas de forma alterna.
- Arrastre de vientre: Aquí el bebé se impulsa con los brazos mientras el vientre permanece en contacto con el suelo.
- Gateo del oso: Implica mantener las piernas y los brazos estirados, con el cuerpo elevado del suelo.
- Deslizamiento de culete: Algunos bebés prefieren arrastrarse sentados, empujándose con las manos y deslizándose sobre sus glúteos.
Recuerda que ninguna de estas formas es incorrecta; cada bebé desarrolla su propio estilo a su propio ritmo.
Consejos para estimular el gateo
Si tienes ganas de ayudar a tu bebé a dar sus primeros pasos de movilidad autónoma, hay muchas maneras de hacerlo:
1. ¡Tirados en el suelo!
Ponte a cuatro patas con tu bebé y llena de cojines el suelo para disfrutar de una carrera de obstáculos sin peligro. Subir y bajar los cojines le ayudará a desarrollar músculos y articulaciones. Además, tu compañía y apoyo moral serán esenciales para animarlo.
2. Esconde su juguete preferido
Construye una “cueva” usando mantas sobre una mesa o una caja grande. Coloca su juguete favorito al fondo y anímalo a buscarlo. Esto promoverá la resolución de problemas, la coordinación y la sensación de logro cuando alcance su objetivo.
3. Practicar tiempo boca abajo
Dejar al bebé boca abajo en una superficie suave, como una pelota de playa o un cilindro inflable, es una excelente manera de fortalecer sus brazos y manos al cargar con su peso. Mover la pelota hacia adelante y hacia atrás ayuda a que el bebé empiece a experimentar el movimiento necesario para gatear.
4. Juegos de obstáculos
A medida que el bebé se sienta más cómodo gateando, crea un recorrido con cojines, túneles o mantas enrolladas. Estos obstáculos no solo fomentarán su curiosidad, sino que también fortalecerán su motricidad.
5. Súper abdominales de bebé
Usa una manta suave y coloca a tu bebé boca arriba frente a ti. Ayúdalo a hacer movimientos de «abdominales» sujetando sus manos o dedos. Esto no solo fortalecerá su vientre, sino que también mejorará su postura y equilibrio.
6. Imitación: Gatea junto a tu bebé
Los bebés aprenden viendo e imitando. Si tú también te pones a gatear a su lado, se sentirá motivado a intentarlo. Además, podéis hacerlo divertido con juegos como el “pilla-pilla”.
El espacio ideal para gatear
Preparar un espacio seguro y estimulante es fundamental. ¿Qué deberías tener en cuenta?
- Zona limpia y segura: Elimina pequeños objetos con los que podría atragantarse y asegúrate de que el suelo esté limpio.
- Superficies cómodas: Usa alfombras o colchonetas para proteger sus rodillas y manos mientras gatea.
- Vestimenta adecuada: Ropa con mangas largas y pantalones suaves será útil para evitar raspones.
- Acceso controlado: Instala barreras en zonas peligrosas como escaleras o puertas.
¿Y si mi bebé no quiere gatear?
No todos los bebés gatean antes de caminar; algunos avanzan directamente a ponerse de pie y dar sus primeros pasos. Sin embargo, si notas que su movilidad es limitada o si no intenta moverse al cumplir un año, es recomendable consultar al pediatra para descartar posibles retrasos en su desarrollo.
Cada bebé tiene su propio ritmo, y lo más importante es respetarlo. Mientras tanto, continúa ofreciéndole oportunidades de movimiento y estimulación.
Ayudar a tu bebé a gatear es una tarea gratificante que fomenta su desarrollo físico y emocional. Con paciencia, amor y los ejercicios adecuados, verás cómo progresa día a día. ¡Pronto estará explorando el mundo a su manera y marcando el inicio de una maravillosa etapa de descubrimientos!