Cuando pensamos en alisar el pelo con plancha, siempre creemos que es algo muy sencillo. No es que sea tampoco complicado pero sí exige el seguir una serie de pasos. Más que nada porque solo de este modo nos aseguramos que estamos haciendo lo correcto y que nuestro cabello estará bien cuidado.
Por todos es sabido el problema que hay cuando el abusamos un poco del calor en el cabello. Éste se puede secar y llegar a quemar. Así que, si eres de las que usan la plancha con frecuencia siempre es necesario tener en cuenta algunos pasos. Partiendo de ellos, ya podrás hacer todos los peinados que más te gusten. ¿Comenzamos?.
Preparando el cabello
En primer lugar y antes de pasar a alisar el pelo con plancha, tendremos que prepararlo. Lo mejor de todo es que el pelo siempre tiene que estar totalmente seco. Olvídate de los cabellos húmedos porque el resultado no sería igual y además, se podía estropear bastante. Por lo que, el primero paso a dar es asegurarnos de que nuestro pelo está seco. Lo peinamos bien para desenredarlo y deshacer los posibles nudos que se formen. Una vez hecho esto, tendremos que aplicar protector para el cabello. Es una especie de spray que podremos comprar a muy buen precio y que hidratará y suavizará. Tras ello, si ves que el pelo se te ha quedado húmedo, sécalo con el secador unos minutos.
La temperatura de la plancha
El cabello ya está preparado, así que ahora vamos a enchufar y a calentar nuestra plancha. Después de tres minutos ya estará lista para comenzar. Eso sí, elige siempre la temperatura adecuada a tu tipo de pelo. Cuando tienes un cabello muy fino y delicado, es mejor una temperatura muy baja. Si el grosor del pelo es medio puedes usar una temperatura de 150º, mientras que si es muy grueso, entonces subirá a unos 200º. Comienza siempre con una temperatura baja y puedes ir subiéndola ligeramente.
Dividiendo el cabello en secciones
Si tienes un cabello grueso, entonces tendrás que hacer más divisiones o secciones que las personas que tienen el pelo fino. En primer lugar, puedes levantar toda la parte superior y comenzar por la inferior. Hasta que no esté totalmente lisa, no debes soltar mechones de la parte recogida. Lo mejor es ir trabajando con mechones finos, de unos 4 o 5 centímetros. Aunque si tienes mucha práctica, podrás ir tomando algunos mayores. Sujetas el mechón con la plancha y vas bajando suavemente por él. No aprietes mucho la plancha y si ves que va quedando algún cabello suelto, ábrela y vuelve a pasarla de nuevo.
Alisando el cabello
Alisar el cabello es más sencillo de lo que pensamos. Para ello, solo tenemos que ir pasando la plancha por los mechones, como acabamos de mencionar. Eso sí, si tienes el cabello bastante rizado, alisa un poco la parte de la raíz, antes de continuar por todo el mechón. Lo ideal sería pasar la plancha una sola vez. Pero es cierto que en ocasiones no es suficiente, así que, podrás una segunda. Eso sí, no la pases muy seguido y por el mismo mechón, porque sino, puedes llegar a quemarlo. Ahora tan solo tienes que repetir estos pasos por todo el cabello.
Una vez que hayas terminado, puedes rociar un poco de laca y peinarte el pelo. Simplemente con este paso se quedarán firmes esos pequeños pelillos que en ocasiones se vuelven un poco rebeldes. Si te gusta alisar tu pelo, lo entendemos pero es mejor que no lo hagas muy seguido. Ya sabes, la plancha puede dañarlo seriamente a pesar de que le echemos el protector contra el calor. Recuerda que para un resultado más propicio, lo mejor es tomarnos nuestro tiempo. ¡Verás cómo así alisar el pelo con plancha es más sencillo de lo que pensamos!.