¿Os acordáis cuando la pandemia se convirtió en la mejor oportunidad de ahorro? La vuelta a la normalidad y especialmente la inflación de los últimos años, sin embargo, se han comido ya parte de aquellos ahorros y han disparado nuestros gastos. ¡Es hora de actuar! Y si no sabes como hacerlo este método de los colores es una gran alternativa para empezar.
El método de los colores es un método de ahorro muy visual que te permite identificar fácilmente diferentes tipos de gastos y no te exige grandes cálculos. No te librarás si quieres a ahorrar, sin embargo, de hacer un trabajo previo y de ser constante para lograrlo. Descubre por donde empezar y como aplicar este método paso a paso.
¿En qué consiste el método de los colores?
Los colores que utiliza el método para identificar los siguientes tipos de gastos son los siguientes. Podrías cambiarlos por otros porque no es el color lo mas importante del método sino la relación que cada uno de ellos te ayuda a establecer.
- Rojo. Son los gastos que debes pagar sí o sí cada mes. Gastos fijos como la hipoteca, el alquiler, la luz, el agua…
- Naranja. Son gastos importantes e imprescindibles pero no tanto como para colorearlos en rojo.
- Azul. Son aquellos gastos que no son imprescindibles pero nos hacen felices. Aquellos a los que únicamente renunciarías si tu situación fuera mala o la recompensa mereciese la pena.
- Verde. Aquellos que no son necesarios y podrías eliminar de la lista. Aquellos que te proporcionan una felicidad momentánea y que no aportan nada mas a tu vida.
Trabajar de forma serie con este método, mas allá del propio ahorro te proporcionará algunos beneficios que en Bezzia consideramos lo suficientemente importantes para darle una oportunidad. ¿Y cuáles son?
- Podrás identificar de forma fácil y sencilla cuáles son los gastos por los que realmente tienes que preocuparte y cual es el porcentaje de tus ingresos destinado a estos.
- Te obligará a hacer un trabajo analítico y a sincerarte con lo que resulta imprescindible y superfluo. Descubrirás que gastos, entre los no imprescindibles, aportan a tu vida lo suficiente para que compense ese tiempo de trabajo que te cuesta ganarlo.
- Con solo echar un vistazo a los gastos en color verde podrás saber cuanto dinero estas «malgastando» y podrías ahorrar en los próximos meses.
Como aplicarlo
Los métodos de ahorro no son mágicos. Para poder sacar conclusiones y hacer los cambios necesarios en tu día a día con el fin de ahorrar es necesario hacer un trabajo concienzudo y sincero, sobre todo sincero. Y este no es una excepción.
Comienza creando un presupuesto mensual. O lo que es lo mismo, revisa los movimientos de tu tarjeta y las compras del último mes y anota en una lista todos los gastos realizados. ¿Y qué ocurre con aquellas facturas con una periodicidad no mensual o anual como la luz o el seguro del coche? Calcula la parte proporcional para ser consciente de la cantidad que gastas al mes en estos gastos, generalmente, fijos.
Después, aplica el color correspondiente a cada uno de los gastos. Algunos te resultará muy fácil clasificarlos; otros, no tanto. Te sorprenderá como algunos gastos que crees rojos pueden ser naranjas y como entre los gastos azules y verdes la línea, en ocasiones, es muy fina. Fíjate en estos ejemplos.
- Si acudes regularmente, te sientes mejor físicamente y además contribuye a tu estabilidad emocional será un gasto azul. Si nunca sacas tiempo para ir y no te proporciona un beneficio claro, será un gasto verde o innecesario.
- Todos catalogaríamos este gasta de rojo sin dudarlo. Pero, ¿contribuye el coche a mejorar nuestra vida? ¿Lo necesitamos para ir a trabajar? Quizá en determinados casos no es un gasto tan imprescindible como creemos, aunque no deje ser ser importante.
Una vez hayas clasificado los gastos por colores, calcula la cantidad que dedicas a cada tipo de gasto. Presta atención a cuanto podrías ahorrar al mes prescindiendo de los gastos en color verde y calcula el ahorro anual para animarte. Después, poco a poco, mes a mes, ve analizando los gastos imprescindibles y aquellos que sin serlo mejoran tu día a día para encontrar maneras de ahorrar en estos. Puede ser a través de un cambio de compañía, prescindiendo de determinados servicios, disminuyendo el consumo…
Da pereza, lo sabemos, pero es un ejercicio que todos debiéramos hacer si no es cada mes, cada seis meses para revisar como evolucionan nuestros gastos, ser conscientes de la salud de nuestra economía y aumentar nuestros ahorros.