A la pregunta de cómo afeitarse es cierto que la respuesta es muy sencilla, para todos. Porque en este caso, todos saben cómo hacerlo, es decir, cuáles son sus pasos básicos. Pero, tanto si te estás iniciando en el mundo del afeitado como si quieres corregir errores, lo que vamos a comentarte, te interesa.
Claro que en ocasiones la práctica varía un poco de la teoría que sabemos: Un poco de agua, espuma de afeitar, cuchilla y listo. Cierto es que más sencillo no se puede poner, pero si luego tienes la cara roja, con cortes o escozor, es porque quizás tu piel es sensible o porque no lo estás haciendo de manera correcta.
Cómo afeitarse, agua caliente para comenzar
Eso de aplicar un poco de agua, así como si quisiéramos ahorrar de más, no va con el afeitado. En este caso, debemos aplicar abundante agua y a ser posible, tibia o caliente, sin pasarnos. ¿Por qué? Pues porque gracias al calor, los poros se abrirán ligeramente y será más rápido a la par que sencillo el cortar el vello. De ahí, que en algunos de los centros de belleza, se coloquen unas toallas calientes durante unos segundos, antes de comenzar con el afeitado. Claro que en casa es más complicado que se le dedique tiempo a ello. Sea como fuere, siempre hay que mantener la cara hidratada, en todo el proceso y como decimos, con agua caliente.
Aplicar la espuma de afeitado
Ya tienes el rostro bien hidratado con el agua caliente, así que es el momento de aplica la crema o la espuma que tengas para tu afeitado. La extiendes, con una capa generosa, por toda la zona que vayas a afeitar. Esto también ayudará a la hidratación que mencionamos y protegerá tu piel contra posibles irritaciones. De ahí que debemos elegir una espuma que vaya con nuestro tipo de piel.
Mueve la cuchilla en la dirección correcta
Tras la hidratación y la aplicación de la espuma, llega el momento de pasar la cuchilla. Pero, ¿cómo afeitarse? Parece sencillo, pero recuerda que siempre debemos ir en la dirección que crece el vello. En ocasiones nos encontraremos que en una misma zona, quizás tengamos dos direcciones diferentes. Es cierto que en dirección contraria, puede ir todo más rápido pero también encontrarnos con algún tipo de corte que termine en un poco de sangre. Así que, en este caso, no hay una regla fija y es cierto que tanto vamos en una como en dos direcciones.
Cuidado con la segunda pasada
Es cierto que a veces se nos resiste el afeitado. Por eso, siempre es necesario optar por unas cuchillas en buen estado, para no tener que irritar la piel de manera innecesaria. Del mismo modo, si en una pasada no consigues eliminar todo el vello que querías, es mejor estirar bien la piel que no hacer más pasadas. Si aún así no lo consigues y no tienes una piel demasiado sensible, entonces puedes hacer la segunda pasada, pero siempre si añades un poco de espuma de nuevo, para hidratar de nuevo el rostro. Es otro de los pasos sobre cómo afeitarse a tener en cuenta.
Las prisas no son buenas
Es cierto que todo lleva un proceso y sabemos que no es algo que hagamos en cinco minutos. Más que nada porque si queremos dar los pasos correctos, tenemos que dedicarle tiempo. Así que, cuando llegues tarde a trabajo, siempre es mejor hacerlo por la tarde o la noche, evitando así dichas prisas. De modo que no se nos olvide ninguno de los pasos mencionados, ayudando tanto al afeitado en sí como a la piel.
Secado con toalla, pero sin frotar
Para terminar, limpiaremos el rostro con agua fría. Eso de pasar la toalla, arrastrando todo por delante, no es algo muy bueno para la piel. Por eso, cuando nos preguntamos cómo afeitarnos, es mejor saber que en lugar de arrastrar la toalla, debemos dar pequeños toques sobre el rostro. Finalmente, tan solo nos queda aplicar el aftershave para calmar e hidratar la piel.