¿Tienes una cinta de correr en casa? ¿Quizás es la máquina la primera que visitas en el gimnasio? Ya sea dentro o fuera de casa, la cinta nos puede dejar numerosas ventajas. Una de las más importante es que nos ayuda a adelgazar. Pero es cierto que para ello, debemos seguir una serie de pasos.
No es demasiado complicado, por lo que podremos ver resultados en un corto período de tiempo. Aunque todos sabemos utilizar la cinta, vamos a ajustar algunos detalles para que además del ejercicio en sí, estemos haciendo lo correcto para decir adiós a esos kilos de más. ¿Estás preparado o preparada?
Índice
Entrenamientos cortos pero con variedad de intensidades
Seguro que ya estás familiarizado con los entrenamientos HIIT, pues ellos cuentan con una intensidad alta pero es cierto que el tiempo se disminuye. Pues en este caso haremos lo mismo. Eso sí, hay que recordar que cada uno lo tiene que amoldar a su condición. No podemos comenzar el primer día a tope, porque al segundo no daremos más de sí. Dicho esto, estaremos unos 20 minutos, pero siempre variando intensidad, para que podamos respirar bien y no estar siempre constantes en un velocidad. Recuerda también que tanto al comienzo de la sesión como al final, debemos ir de manera progresiva y no comenzar con mucha intensidad ni parar de manera repentina.
Combina ejercicios fuera de la cinta de correr
Para que no se te haga monótono cada día, lo mejor es apostar por la variedad. Por ello, además de montarte en la cinta, puedes intercalar diferentes ejercicios. Por ejemplo, 10 minutos en la cinta, bajarte de ella y hacer algunas pesas o flexiones, para poder a nuestra máquina otros minutos. Esto de combinar hace que quememos todavía más, pero lo que es importante, que podamos ejercitar también el tren superior y no solo el inferior. ¿No te parece una buena idea?
Camina, corre y mueve los brazos
Alternaremos un poco de caminata al comienzo de la sesión, lo que nos llevará a un ritmo un poco más acelerado para terminar en una carrera. Cuando estemos en ella, no te olvides de mover bien los brazos. Ya que esto hace que el ejercicio en sí se incremente y el resultado sea todavía mejor. Aunque siempre manteniendo una buena coordinación y movimiento.
Cada día exígete un poco más
Antes comentamos que lo idóneo es comenzar poco a poco. Pero es cierto también que cuando ya tengamos una cierta rutina, no podemos quedarnos estancados. Lo que nos lleva a exigirnos siempre un poco más. Cada día debemos subir de intensidad durante unos minutos. Comenzaremos con muy poco, para que no se nos haga tan cuesta arriba. Pero tanto el tiempo como dicha intensidad, tenemos que incrementarla y antes veremos los resultados. También conviene tener algún día de descanso, para practicar otro tipo de deportes o simplemente para eso, descansar.
Opta por las pendientes
Andar en llano siempre es perfecto. Pero como hablamos de apostar por los cambios, por exigirnos un poco más y por querer ver grandes resultados, entonces nada como añadir algunas pendientes en tu rutina. Ir subiendo la inclinación tanto en caminata como en carrera, siempre es algo que conviene tener en cuenta. Sí, también lo haremos de una manera progresiva. Además, no es conveniente que tengas todo el tiempo del entrenamiento la misma pendiente, sino que puedes variarlo.
Combina el ejercicio con una buena dieta
Lo hemos dejado para el final, pero desde luego, también es otro de los puntos a tener en cuenta. Con la cinta de correr conseguiremos ir poniendo nuestro cuerpo a punto pero con la dieta, llegaremos ese objetivo que nos hemos fijado. Cuando hablamos de dieta, lo hacemos de estilo saludable, de apostar por las verduras y frutas, sin olvidarnos de las grasas saludables y de los hidratos. ¿Lo tienes todo? ¡A por tu sueño!
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