Cuando nos encontramos mal, especialmente con síntomas relacionados con el estómago, como diarrea, vómitos y dolor abdominal, podríamos estar enfrentándonos a lo que se conoce comúnmente como gripe intestinal. En este artículo profundizaremos en qué es esta afección, sus causas, síntomas y los tratamientos más efectivos para aliviarla.
¿Qué es la gripe intestinal?
La gripe intestinal, también conocida como gastroenteritis vírica, es una inflamación del estómago y los intestinos causada principalmente por virus. Este trastorno afecta con mayor frecuencia a personas de todas las edades y es especialmente común durante ciertos períodos del año. Entre los virus que la producen, se encuentran:
- Rotavirus: Este es el principal causante de gastroenteritis en niños pequeños. Es altamente contagioso y puede ser grave si no se trata adecuadamente.
- Norovirus: Este virus afecta mayormente a los adultos y es conocido por causar brotes en ambientes cerrados como cruceros, escuelas y hospitales.
- Adenovirus: Generalmente afecta a niños menores de dos años y puede provocar síntomas durante periodos más prolongados.
El contagio de la gripe intestinal ocurre generalmente de persona a persona a través del contacto con superficies contaminadas o mediante el consumo de alimentos y agua en mal estado. Este virus se encuentra principalmente en las heces y los vómitos de las personas infectadas, lo que subraya la importancia de una adecuada higiene de las manos.
Síntomas de la gripe intestinal
Los sintomas de la gripe intestinal pueden variar en intensidad según la persona y el tipo de virus involucrado. Sin embargo, los más comunes incluyen:
- Dolor abdominal o tipo cólicos.
- Diarrea líquida frecuente.
- Náuseas y vómitos.
- Dolor de cabeza.
- Dolores musculares.
- Cansancio generalizado.
- Fiebre leve a moderada.
En casos más graves, especialmente entre niños, ancianos o personas con sistemas inmunes debilitados, puede aparecer deshidratación. Los signos de deshidratación incluyen sequedad en la boca, mareos, disminución del número de micciones, piel fría y somnolencia. Es importante prestar atención a estos síntomas para evitar complicaciones mayores.
¿A quién les afecta más?
Este tipo de virus puede tenerlo cualquier persona, sin embargo, encontramos a ciertas personas que dependiendo del grupo de edad tendrán más posibilidades o tendrán más veces estos tipos de virus. Entre los grupos más vulnerables se encuentran los niños, los ancianos, las personas con enfermedades que afectan al sistema inmune, o los que están medicándose. Todas estas personas necesitan una vigilancia más estrecha, requiriendo en ocasiones más control, incluso hospitalario. Además, tenemos que tener en cuenta que la época del año influye, en verano podemos sufrir más deshidratación.
¿Cómo se trata la gripe intestinal?
En general, la gripe intestinal no requiere tratamiento con medicamentos específicos, ya que el cuerpo puede combatir el virus por sí mismo en unos pocos días. Sin embargo, existen ciertas medidas que pueden ayudar a aliviar los síntomas y prevenir complicaciones:
1. Hidratación
La hidratación es clave. Se recomienda beber sorbos frecuentes de líquidos como agua, soluciones de rehidratación oral, caldos, infusiones suaves o bebidas isotónicas para deportistas. En casos de vómitos, es importante consumir líquidos en pequeñas cantidades para evitar descompensaciones. Evita consumir bebidas con cafeína, alcohol o bebidas gaseosas, ya que pueden irritar aún más el estómago.
2. Dieta adecuada
Durante la fase aguda, es recomendable seguir una dieta suave y fácil de digerir. Entre las opciones ideales se incluyen:
- Caldos de pollo o verduras.
- Puré de patatas.
- Arroz blanco.
- Tostadas o galletas tipo crackers.
- Manzana rallada o plátano maduro.
Es preferible evitar alimentos ricos en grasas, azúcares o fibra, así como lácteos si estos empeoran los síntomas.
3. Descanso
El reposo es esencial para que el cuerpo pueda recuperarse. Evita actividades intensas mientras los síntomas sigan presentes.
4. Mantener una adecuada higiene
Lávate las manos con frecuencia, especialmente después de ir al baño o antes de preparar alimentos. Además, desinfecta superficies de uso común como picaportes y utensilios de cocina para evitar contagios.
5. Uso de medicamentos
En casos de fiebre o dolor muscular, puede ser útil tomar analgésicos como el ibuprofeno o el paracetamol, siempre siguiendo las indicaciones de un médico. Evita el uso de antidiarreicos sin prescripción médica, ya que pueden prolongar la infección.
Prevención de la gripe intestinal
Prevenir la gripe intestinal es posible si seguimos ciertas pautas básicas:
- Lavado frecuente de manos: Limpia tus manos con agua y jabón durante 20 segundos, especialmente después de ir al baño o manipular alimentos.
- Conservación adecuada de alimentos: Asegúrate de cocinar bien los alimentos, en especial carnes y mariscos. Lava frutas y verduras antes de consumirlas.
- Vacunación: Especialmente en el caso del rotavirus, existe una vacuna que ayuda a prevenir infecciones graves, sobre todo en bebés y niños pequeños.
- Aislamiento en caso de enfermedad: Si alguien en casa está enfermo, evita el contacto cercano y no compartas utensilios hasta que se recupere completamente.
Además de estas medidas, es fundamental consultar al médico si los síntomas persisten por más de dos días o si aparecen complicaciones como deshidratación severa.
Con una dieta adecuada, hidratación constante y descanso suficiente, la mayoría de los casos de gripe intestinal se resuelven rápidamente sin mayores complicaciones. La prevención es clave para mantenernos saludables y evitar la propagación de este virus tan común.