Aunque parezca algo sencillo, no siempre lo es. Más que nada porque tenemos nuestros hábitos y en ocasiones se nos hace un poco cuesta arriba pensar en cómo mejorarlos. Pero hoy los vamos a cambiar para poder descubrir cómo cocinar sano y con poca grasa. Verás como a partir de hoy, tu salud y la de los tuyos te lo va a agradecer.
Sabemos que un consumo excesivo de productos grasos, puede desembocar en problemas bastante complicados. Porque si las dietas se nos hacen cuesta arriba, no está de más el comenzar con estos pequeños consejos. ¡Cuanto antes empieces, antes notarás la mejoría!. ¿Estás preparada para ello?.
Cómo cocinar sano, alternativa a la grasa
Si quieres saber cómo cocinar sano, lo primero que tendremos que cambiar es la forma que tenemos de cocinar. Cada día solemos usar aceite para ello. Pues debemos asegurarnos que se trata del de oliva y en poca cantidad. Claro que también puedes cambiarlo por otra alternativa como es el aguacate. Sus componentes grasos son saludables y nos permiten cocinar sin que los productos se nos peguen. Si prefieres la mantequilla, tendrás que asegurarte de reemplazarla por una light o margarina vegetal.
Técnicas de cocción saludable
Sabemos que los alimentos fritos suelen contener muchas grasas. Así que, tenemos que elegir otros métodos de cocinar. Por un lado, tenemos a la plancha. Siempre es una de las opciones más saludables, porque lleva menos aceite. Además, podremos integrar numerosas hierbas aromáticas y especias a nuestra comida. El horno también es una buena opción para preparar los mejores platos. Hervir y cocinar al vapor son sin duda, las mejores opciones si queremos mantenernos sanos.
La carne y sus proteínas
Porque no podemos decir adiós a la carne si queremos hablar de una alimentación equilibrada. Pero hay que limitar el consumo de carnes rojas y también de las cantidades de la misma. Una vez por semana, podremos darnos el capricho. Aunque siempre es preferible optar por la carne de pollo, pavo o conejo. El método de cocción, pueden ser cualquiera de los que acabamos de mencionar. Intenta condimentarla con poca sal y más especias. Además, siempre es mejor dejar escurrir la grasa antes de consumirla.
Evita las salsas
Aquí tenemos que puntualizar un poco. Cuando preparas una salsa casera, como puede ser la de tomate, entonces no habrá ningún tipo de problema. Pero cuando las compramos ya hechas, entonces tendrán más calorías, sal y otros ingredientes que no nos benefician. Así que, di sí a lo casero pero no a lo precocinado.
Las claras antes de la yema
Otro de los productos más usados es el huevo. Sin duda, la yema cuenta con numerosos beneficios. Pero debemos de controlar su cantidad. Si quieres hacer una tortilla o un rico postre, siempre puedes usar más cantidad de claras que de yemas. El resultado será igual de delicioso y mucho más saludable. No hace falta que quites las yemas de tu vida, solo limitarlas un poco.
Las verduras siempre en nuestro plato
Una pequeña porción de carbohidratos, otra de proteínas y una mayor de verduras serán la mejor composición de nuestros platos. No hay excusas para ello y como bien te hemos comentado, son diversos los métodos de cocción para que puedas disfrutar de un plato exquisito. Para poder hacer la planificación de dichos platos, siempre es mejor tener verduras congeladas. Las frescas son perfectas pero en ocasiones se nos pueden estropear en el frigorífico. Tal y como vemos son pequeños gestos que pueden hacer que nuestra vida cambie para mejor. Además de todos estos consejos, tenemos que sumarle el hacer un poco de deporte. Solo de esta forma los resultados ser verán antes de lo que podamos pensar. No es solo hacer dieta, es aprender a comer y a cómo cocinar sano y con poca grasa