Tener éxito en tu trabajo no siempre es algo sencillo, pero si estás comenzando y quieres que dure más tiempo, entonces siempre puedes dejarte llevar por una serie de consejos. Tampoco es que haya una fórmula mágica, porque siempre dependerá de muchas condiciones, pero la parte que nos toca será la que más vamos a potenciar y esa será nuestra gran virtud.
Cuando ya llevas mucho tiempo trabajando, las circunstancias y la vida te hacen ver las cosas de otro modo. Pero cuando estás ante el primer trabajo quizás necesites de ese empuje que hoy te vamos a dar. Sin duda en todo ello también tu actitud forma parte vital del proceso y no solo los conocimientos. Así que, vamos a ponernos manos a la obra.
Tener éxito en tu trabajo: la actitud proactiva
Lo mejor de todo es asumir una actitud proactiva. Es decir, que cuando llegues o cuando te estés explicando tu trabajo o presentando a tus compañeros siempre debes mostrar atención, sin timidez y estar pendiente de todo. Necesitas generar visibilidad y esto lo vas a conseguir cuando interactúas y te preocupas por el lugar donde vas a trabajar y también por la gente que está en él. Tampoco vamos a llegar arrasando y siendo el centro de atención pero no queremos pasarnos las jornadas detrás de una máquina sin que nuestra presencia se note. ¡Los extremos siempre son malos en todo! Por eso, es necesario que te sientas segura.
Nunca dudes de tus capacidades
Si has llegado hasta donde estás, es por algo. Así que, a partir de ahora debes esforzarte pero nunca dudar de tus capacidades. Las dudas hacer mermar a cualquiera y nosotras necesitamos seguir hacia delante dando lo mejor pero también aprendiendo en cada paso. Las dudas son las que generan miedo y este hace que nos paralicemos. Así que, disiparemos las dudas y tendremos la confianza suficiente para saber qué hacer en cada momento. Pero si no lo sabemos o nos equivocamos siempre debemos preguntar y asumir.
Practica la escucha activa
Si quieres tener éxito en tu trabajo, la escucha activa te va a ayudar más de lo que crees. Antes de lanzarte con tus opiniones, lo más necesario es escuchar tanto a tus jefes como a todos esos compañeros que llevan más tiempo. Más que nada porque aprenderemos mucho y generaremos más empatía. Quizás te dé un mejor punto de vista del ambiente de tu trabajo así como de la relaciones entre los trabajadores. Por lo que siempre es mejor cerrar el pico mientras comienzas.
Pregunta antes de actuar
Es habitual que cuando tenemos una duda no le demos demasiada importancia. Pero a veces de una duda puede salir un problema mucho mayor. Así que, cuando comienzas en un trabajo nuevo lo habitual es que tengas a alguna persona de mano con la que poder tratar los problemas más negativos del día a día. Pregunta siempre antes de dar cualquier paso porque esto se salvará de caer el precipicio. Si cometes algún tipo de error, debes asumirlo, buscar el origen del mismo y subsanarlo lo antes posible. Pero no te rindas, apóyate siempre en los compañeros o a quienes tengas más cerca, porque el trabajo en equipo siempre es todo un triunfo.
Equilibrio entre tu vida profesional y personal
Sabemos que ambas las debemos llevar de la mejor manera posible. Porque cuando una va floja, repercute a la otra. Así que, intentaremos que el equilibrio sea el que reine en nuestra vida. Aunque es cierto que este punto es mucho más complicado de lo que pensamos. Tener éxito en tu trabajo dependerá también de la motivación y cuando te gusta hacer lo que haces, poniendo todas la ganas, la conseguirás. De igual manera, en la vida personal, hay que vivir el día a día. Intenta no anticiparte a ciertas cosas porque lo único que consigues es generar pensamientos negativos que merman nuestras capacidades.