Se dice que hay que darle a las cosas y a las personas la importancia que se merecen. Pero es cierto que a veces nos preocupamos por ambas de una manera bastante exagerada. Esto es algo que no nos conviene porque el estrés comenzará a girar en nuestra vida y ya sabemos que es algo realmente tóxico en ella. Así que, necesitas las claves para poder relativizar los problemas.
Quizás no sea algo sencillo, pero si nos dedicamos a ello, conseguiremos llevándolo a la práctica y verás que todo se disfruta de otra manera cuando lo conseguimos. Necesitamos de unas herramientas para conseguir la calma y eso es lo que hoy te acercamos. ¡Disfruta y pon en práctica estas claves para relativizar los problemas!
Enfócate en lo que sucede en el presente
Aunque parece algo evidente no siempre es sencillo de controlar, aunque sí necesario. Debemos de centrarnos siempre en lo que ocurre en el presente. Esto es porque si comenzamos a pensar en el ayer o agobiarnos por el mañana, nuestra cabeza estará buscando más motivos para que el estrés y la ansiedad llegue a nuestra vida y no es lo que queremos. Además, cuando el presente no es el protagonista, le estaremos dando más importancia a cosas que realmente no la tienen, tan solo en nuestra cabeza.
La regla del 10-10-10
Nos encantan este tipo de métodos o reglas. Suzy Welch es la autora de esta regla y es que, cuando tenemos un problema, o eso pensamos debemos hacer un ejercicio de lo más sencillo. Debes pensar si dentro de 10 minutos le estarás dando la misma importancia, tras ello si después de 10 meses también la tendrá y finalmente, si nos acordaremos de dicho problema después de 10 años. Si lo piensas bien, seguro que el problema no es para tanto y desde luego, no para que lo tengas presente durante meses ni años.
¿Tiene solución? Entonces para qué te preocupas
Si tiene solución, no debemos preocuparnos pero si no la tiene, tampoco. Debemos dejar que el curso de la vida siga adelante y por eso, es necesario no darle tanta vuelta a las cosas. Primero porque no por darle más vuelta conseguiremos antes la solución y por otro lado, lo único que conseguiremos es agrandar más todavía el supuesto problema. Así que, si entramos en un bucle así todavía será más complicado salir de lo que pensamos.
Mírate desde otra perspectiva externa
No es sencillo salir de nuestra zona de confort pero a veces debemos hacer las cosas desde otro punto de vista, como si fuéramos otra persona. Así que, imagínate que te estás viendo como espectador, como si tu vida fuera una película o una obra de teatro. Seguro que si ves lo que sucede desde otro lado, no te resultará tan problemático. Pues eso siempre es una de las mejores maneras para poder relativizar los problemas.
Piensa en qué pasaría si no queda más tiempo
Tampoco nos queremos poner en lo peor, pero es cierto que a veces debemos llevar las cosas más al extremo para darnos cuenta de la realidad. Imagínate que todo se acaba mañana, que ya no tenemos más tiempo. Entonces, sí que sabremos apreciar lo que tenemos y darle importancia a las cosas que realmente las tengan. Porque, tal y como hemos mencionado, a veces le damos importancia a cosas o situaciones que no la tienen. Por eso, debemos intentar relajarnos, dejar que la vida siga su curso y comenzar a apreciar lo que tenemos.
Lo mejor para relativizar los problemas es tener unos pensamientos más positivos y por ello, debemos disfrutar al máximo. Esto es lo que hace que nos centremos en lo importante y que dejemos de lado lo que no lo es tanto.