Hacer una limpieza profunda en casa de vez en cuando es esencial para disfrutar del bienestar que proporciona un hogar bien ordenado y limpio. También porque es la mejor manera de conservar durante mucho tiempo cada una de las partes que conforman el hogar. Ya que, independientemente de su valor económico, con unos buenos cuidados tus cosas pueden permanecer en buen estado durante mucho tiempo.
Para hacer una limpieza profunda debes pensar más allá de las tareas comunes, ya que no se trata de aspirar o fregar un poco más concienzudamente. Un buen zafarrancho de limpieza implica apartar muebles, limpiar zonas poco visibles, deshacerse de esas cosas que ya no sirven o renovar objetos de decoración que ayuden a ver la cas más bonita.
Las 4 claves para una limpieza profunda
La organización es la clave del éxito, en esta y en cualquiera que sea la tarea que debas realizar. Sin una buena planificación todo se vuelve caótico, se tarda mucho más tiempo y con seguridad se convierte en una tarea tediosa que siempre se deja para otro momento. Por ello, empieza creando una lista de tareas en la que anotarás los imprescindibles, esos que no se limpian a menudo como el altillo de los muebles, los cajones o detrás de los electrodomésticos.
Prepara todos los utensilios de limpieza que vayas a necesitar para no tenerlo todo a mano y no perder el tiempo cuando empieces con la limpieza. Tener una bolsa de basura grande te servirá para ir tirando todo lo que se acumula en los cajones y ya no tiene utilidad. En cuanto a los productos de limpieza, no hace falta que utilices un producto para cada cosa, con agua, detergente, vinagre blanco de limpieza y bicarbonato será más que suficiente. Ahora que ya tenemos la preparación previa, veamos cuáles son las claves para una limpieza profunda.
Organización para una mayor efectividad
- Los cajones: Saca el cajón en cuestión y vuelca su contenido en el suelo. Limpia con agua tibia y detergente el cajón y mientras se seca ve desechando lo que no sirve. De esta forma tardarás mucho menos tiempo en limpiar y organizar los cajones.
- Retira los muebles: Detrás de los muebles se acumula mucha suciedad, al igual que debajo de ellos, porque son zonas de difícil acceso. Para conseguir una limpieza profunda es fundamental trabajar en esas zonas. Vacía el mueble para que pese menos, retíralo y limpia la pared oculta, el suelo que queda bajo el mueble y la propia madera trasera.
- La pared: Quizá no se aprecie a simple vista pero en las esquinas de las paredes y el techo se acumula polvo, insectos, telas de araña y todo tipo de residuos. Para dejar las paredes como nuevas solo tienes que colocar un trapo de microfibra en una escoba limpia. Retira el polvo y los residuos, por último pasa un paño humedecido en agua y vinagre blanco para evitar que los insectos se acerquen a esa zona durante un tiempo.
- Los electrodomésticos: Mantenerlos limpios es muy importante porque forman parte de la cocina, donde se prepara la comida cada día. Pero de vez en cuando es necesario hacer una limpieza a fondo para llegar a esas zonas de menor accesibilidad. Saca el electrodoméstico, límpialo por detrás, también el suelo y la pared que quedan ocultos. Desmonta las piezas, en definitiva, realiza una limpieza a fondo para dejar los electrodomésticos como nuevos.
Hacer una limpieza a fondo en casa lleva su tiempo, por mucho que mantengas la casa al día. Por ello debes tomártelo con calma y dedicar un día para cada zona. De esta forma no te agobiarás por pasar demasiado tiempo encerrada en casa limpiando. Revisa el calendario y planifica un día de cada semana para dedicar a la limpieza profunda de un espacio concreto. Y recuerda, la limpieza de la casa es una obligación de todos los que habitan en ella. No te cargues con todo el trabajo, organiza las tareas y así entre todos tardaréis mucho menos en dejar la casa perfecta.
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