El boxeo femenino es una opción más para las que quieren un ejercicio aeróbico que no sea aburrido. Atrás ya quedó la idea de que sólo los hombres pueden boxear. Más allá de las modas, es un excelente entrenamiento para lograr un cuerpo tonificado y atlético.
Ya en 1720, en Londres, se realizaron los primeros combates amateurs entre mujeres, pero se popularizó en las últimas dos décadas de la mano de la pionera Christy Martin y de la mediática Laila Alí, hija del histórico boxeador.
Como deporte es más que completo: se logra tener un excelente estado psicofísico, aumentar los reflejos, tonificar músculos, mejorar la resistencia cardiovascular, y disminuir la acumulación de tejidos adiposos (grasas y celulitis).
Si esto no te convence, te cuento que los número son más que contudentes: dicen que se pueden llegar a perder hasta ¡¡¡700 calorías por clase!!!. La rutina de entrenamiento es muy variada, más allá de lo que pueda parecer en un principio, y se suelen hacer circuitos personalizados a las necesidades u objetivos de cada una.
Por ejemplo puede haber chicas que no tienen mucha fuerza, entonces primero se tonifican los músculos en varias sesiones de trabajo con pesitas, hasta que los músculos se adapten. Antes de cada clase se entre en calor veinte minutos, que puede ser con cuerda o algún otro ejercicio aeróbico: bicicleta, cinta, trotar o hasta subir y bajar una escalera.
La elongación o los estiramientos también son clave cada vez que se contraen los músculos, para evitar lesiones. Golpeando el saco de arena se trabajan piernas, glúteos, espalda, hombros, pecho, brazos, muñecas y manos.
Es una actividad completísima. Además también hay ejercicios para la cintura, que se realizan usando las cuerdas del ring, golpes al punching ball, para mejorar la reacción y intensivos abdominales para terminar de dar una firmeza inusual al cuerpo.