Barritas de polenta y queso ahumado: receta italiana reinventada

  • La polenta es un ingrediente versátil y sin gluten, ideal para snacks y guarniciones.
  • Esta receta combina polenta y queso ahumado para crear barritas crujientes y sabrosas.
  • La preparación es sencilla y permite agregar ingredientes para personalizar los sabores.
  • Las barritas pueden freírse u hornearse según tus preferencias alimenticias.

Barritas de polenta y queso ahumado

La polenta, un alimento básico en la tradición gastronómica italiana, tiene un origen que se remonta a la época del Imperio Romano. Este ingrediente, elaborado a partir de harina de maíz hervida, destaca no solo por su versatilidad, sino también por ser una opción económica y nutritiva. Aunque su uso más común es como guarnición, esta receta de barritas de polenta y queso ahumado ofrece una forma diferente y deliciosa de disfrutarla.

Hoy vamos más allá de los usos tradicionales de la polenta para crear un snack ideal, perfecto para compartir en reuniones o como aperitivo. Estas barritas tienen un exterior crujiente y dorado, mientras que en su interior conservan una textura suave y cremosa. Su preparación es sencilla y permite experimentar con ingredientes y sabores, haciendo de esta receta una opción muy flexible y personalizable.

¿Por qué incorporar la polenta a tu dieta?

La polenta es apreciada por ser un ingrediente sin gluten, lo que la convierte en una alternativa perfecta para personas con intolerancia o celiaquía. Además, es rica en carbohidratos complejos, lo que la convierte en una fuente de energía duradera. Este alimento, que también contiene fibra, ayuda en la digestión y contribuye a mantener la saciedad por más tiempo.

En esta receta, el uso del queso ahumado añade un toque especial y novedoso, diferenciándola de otras versiones más simples. El ahumado del queso complementa a la perfección el sabor neutro de la polenta, creando una combinación irresistible.

Ingredientes para 20 barritas

  • 380 ml de caldo de verduras.
  • 60 g de polenta instantánea.
  • 20 g de mantequilla.
  • 50 g de queso curado ahumado, rallado.
  • Sal al gusto.
  • Pimienta negra recién molida.
  • Harina para rebozar.
  • Aceite de oliva virgen extra para freír.

Preparación paso a paso

1. Preparar el molde: Forra un molde cuadrado de 20×20 cm con papel film, asegurándote de que quede bien estirado para facilitar la posterior extracción de la polenta.

2. Cocinar la polenta: Lleva el caldo de verduras a ebullición en un cazo. Una vez que comience a hervir, añade la polenta en forma de lluvia, removiendo constantemente con una varilla o cuchara de madera para evitar grumos. Cocina durante 6-7 minutos o el tiempo indicado por el fabricante.

Cocinando polenta para barritas

3. Incorporar los ingredientes: Retira el cazo del fuego y añade la mantequilla, el queso rallado, la sal y la pimienta. Mezcla vigorosamente hasta que todos los ingredientes estén bien integrados. Prueba el punto de sal y corrige si es necesario.

4. Enfriar la polenta: Vierte la mezcla en el molde preparado y alisa la superficie con una espátula. Cubre con papel film, asegurándote de que este toque directamente la masa, y deja enfriar a temperatura ambiente durante 30 minutos. Luego, refrigera durante al menos una hora.

Barritas de polenta listas para freír

5. Cortar y freír las barritas: Retira la polenta del molde y córtala en barritas de aproximadamente 7×1,5 cm. Pasa cada barrita por harina para facilitar el proceso de fritura. Calienta aceite en una sartén grande a fuego medio-alto y fríe las barritas por tandas durante 2-3 minutos por cada lado o hasta que estén doradas y crujientes. Importante: no frías muchas barritas a la vez, ya que esto podría bajar la temperatura del aceite.

6. Escurrir y servir: Una vez fritas, coloca las barritas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite. Sírvelas calientes acompañadas de una salsa de tomate picante o cualquier otra salsa de tu elección.

Consejos adicionales para personalizar tu receta

Aunque esta receta ya incluye queso ahumado, puedes experimentar agregando otros ingredientes como hierbas frescas, ajo en polvo, orégano o incluso pimentón ahumado para darle un toque extra de sabor. También puedes optar por versiones más saludables horneando las barritas en lugar de freírlas, como se hace en algunos snacks innovadores.

Si deseas una textura aún más cremosa, prueba añadir un poco de nata líquida a la mezcla de polenta antes de verterla en el molde. Para un giro más gourmet, acompaña las barritas con una selección de dips, como hummus, guacamole o una clásica salsa de yogur.

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Estas barritas no solo son deliciosas, sino que también son una excelente opción para incorporar ingredientes nutritivos a tu dieta diaria. Ya sea que las sirvas como aperitivo o como plato principal, seguro que se convertirán en un éxito en tu mesa.


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