La babka de chocolate es un exquisito pan dulce trenzado, originario de Europa del Este, que se ha ganado un lugar especial en el mundo de la repostería. Su generoso relleno de chocolate y su textura suave y esponjosa lo convierten en un manjar ideal para acompañar con café o té. Tradicionalmente asociado a festividades como la Pascua judía, este postre ha trascendido las fronteras culturales para convertirse en un imprescindible en panaderías y hogares de todo el mundo. En este artículo, te invitamos a descubrir no solo su historia y curiosidades, sino también cómo preparar una babka perfecta en casa.
¿Qué es la babka de chocolate y cuál es su origen?
El término «babka» tiene su origen en las lenguas eslavas, donde significa «abuela». Este nombre hace referencia a los pliegues y trenzados del pan que evocan la forma de las faldas tradicionales que solían usar las abuelas de Europa del Este. La babka de chocolate pertenece a la rica tradición culinaria judía y es especialmente popular en Polonia, Ucrania y Rusia. Aunque inicialmente se elaboraba con rellenos más sencillos como frutas o canela, la versión de chocolate se ha convertido en la más popular en la actualidad.
En sus orígenes, el babka se preparaba en moldes altos y redondeados. Con el tiempo, las panaderías y reposterías modernas popularizaron la forma rectangular, más fácil de manejar y presentar. Este cambio coincidió con la extensión del babka por Occidente, donde ha sido reinterpretado con ingredientes locales como mazapán, frutos secos y glaseados de diferentes sabores.
Ingredientes esenciales para una babka auténtica
Para la masa:
- 2 1/4 cucharaditas de levadura seca de panadero
- 1/4 taza de agua tibia
- 3 cucharadas de azúcar
- 1 taza (237 ml) de leche
- 2 huevos
- 1 cucharada de vainilla
- 4 tazas de harina
- 100 g de mantequilla a temperatura ambiente
Para el relleno:
- 120 g de mantequilla
- 150 g de chocolate negro para postres
- 1/2 taza de azúcar glasé
- 1/2 taza de cacao en polvo
- 1 cucharadita de café instantáneo (opcional)
- Una pizca de sal
Para el jarabe:
- 1/2 taza de azúcar
- 1/2 taza de agua
Preparación paso a paso para una babka perfecta
- En un tazón pequeño, mezcla el agua tibia con la levadura seca y media cucharada de azúcar. Deja reposar durante 8 minutos para que la levadura se active.
- En un bol grande o en el vaso de una batidora de pie, combina la leche, los huevos, la vainilla, la harina y la mezcla de levadura. Amasa durante 4 minutos usando el accesorio de gancho.
- Deja reposar la masa, cubierta con un paño limpio, durante 10 a 12 minutos.
- Añade la mantequilla poco a poco y sigue amasando durante unos 15 minutos, hasta que la masa esté elástica y lisa.
- Coloca la masa en un recipiente, cúbrela con film plástico y refrigera durante la noche. Si tienes prisa, puedes dejarla reposar durante al menos 5 horas.
- Para el relleno, derrite la mantequilla y el chocolate en un cazo a fuego bajo. Añade el cacao, el azúcar glasé, el café y la sal. Mezcla bien y deja enfriar.
- Divide la masa en dos partes iguales. Estira cada una en forma de rectángulo de aproximadamente 40 x 30 cm.
- Extiende el relleno sobre la masa con una espátula, dejando un margen de medio centímetro en los bordes.
- Enrolla la masa desde el lado largo y corta el rollo por la mitad a lo largo para formar dos tiras.
- Trenza las tiras y colócalas en un molde de horno previamente engrasado.
- Deja reposar las trenzas en un lugar cálido durante 1 hora.
- Precalienta el horno a 180 ºC y hornea durante 35 minutos.
- Calienta el azúcar y el agua del jarabe hasta que se disuelva completamente.
- Al sacar las babkas del horno, pincela generosamente con el jarabe mientras aún están calientes.
Consejos adicionales para mejorar tu babka
– Puedes personalizar el relleno añadiendo nueces, avellanas o almendras picadas.
– Si prefieres un sabor más tradicional, sustituye el chocolate por canela mezclada con mantequilla y azúcar moreno.
– Un molde rectangular es ideal para obtener una forma uniforme y fácil de servir.
La elaboración de esta receta puede parecer laboriosa, pero recompensa enormemente en el momento en que la babka sale dorada del horno, llenando el hogar con su fragante aroma. Tanto si es tu primera vez como si eres un experto repostero, esta preparación asegura memorias deliciosas alrededor de la mesa.