Los niños pueden tener miedo irracionales, pero en ocasiones esos miedos se vuelven incluso demasiado poderosos en sus vidas. Puede que tu hijo tenga miedo a los perros pero nunca antes ha tenido una mala experiencia con estos animales. Cada niño tiene un temperamento único y aunque a algunos niños les encanta jugar con perros, a otros les da miedo la imprevisibilidad que tienen estos canes.
Si tu hijo tiene miedo a los perros pero no hay nada que le haya sucedido en la vida como para que esté así, prueba con estos consejos para que de forma gradual empiece a sentirse más cómodo con perros cerca.
Consejos para ayudar a tu hijo a que no tenga miedo a los perros
- Visita una tienda de mascotas. Cuando los niños no saben si un perro les lamerá la cara o les morderán, sienten que no tienen el control. Permite que tu hijo mire a otros cachorros desde detrás de una barrera y esto le aportará seguridad.
- Reconoce el miedo de tu hijo. Reconoce su miedo, no lo menosprecies ni le ridiculices. Su miedo es real, por muy irrazonable que sea para ti. Dile que lo entiendes y que puede superarlo.
- Explica lo que ocurre para que no tenga miedo. Si explicas lo que ocurre paso a paso, tu hijo sentirá que tiene más control. Por ejemplo: ‘El perrito mueve la cola porque está contento de que le toques así de suave y de bien’. Al poner palabras a lo que experimenta tu hijo sentirá más facilidad para expresar lo que él siente.
- Ofrece tranquilidad. Entiende que tu hijo tiene miedo, así que ofrécele seguridad emocional y seguridad física. No le juzgues, ni le avergüences, tampoco le regañes. No invalides su experiencia diciendo cosas como: ‘No tengas miedo’, ‘No pasa nada’, ‘No hay nada por lo que debas tener miedo’. Esto simplemente le transmite a tu hijo que no tienes ni idea de cómo se siente.
- Juego de roles. Utiliza el juego de roles con perros de peluche y representa situaciones que a tu hijo le den miedo. De esta manera tu hijo aprenderá a desarrollar habilidades resolutivas para cuando se encuentre ene este tipo de situaciones, sobre todo si tenéis familiares o amigos que tienen perros de mascotas o cuando se encuentre con un perro en la calle.
- Modela una actitud de confianza. Tu hijo debe sentir confianza en sí mismo cuando esté delante de un perro. Por ejemplo, en lugar de preguntar cosas como: ‘¿muerde si le toco?’ Es mejor preguntar cosas más neutrales como: ‘¿Puedo conocer a tu perro?’. Dile a tu hijo que a los perros les gusta oler y lamer a las personas para conocerlas , y que primero te vea interactuar de una manera amable y respetuosa.
Con estos consejos tu hijo comenzará a tener menos miedo a los perros de forma gradual por lo que tendrá más confianza y se sentirá más seguro consigo mismo. Los perros son amigos fieles y nobles de las personas, siempre que se les educa desde el amor y el respeto.