Son muchas las falsas creencias que giran entorno a los niños con altas capacidades. En la gran mayoría de los casos, hay un mal entendimiento de lo que significa tener altas capacidades, provocando serios problemas para muchas familias. Lo que realmente importa es olvidarse de las etiquetas y apreciar lo que un niño con altas capacidades puede llegar a ofrecer.
En el siguiente artículo te hablamos de los aspectos positivos que ofrece un niño diagnosticado con altas capacidades.
Qué se entiende por niños con altas capacidades
El concepto de altas capacidades hace referencia a aquellos niños que presentan una serie de características intelectuales superiores a la gran mayoría de la población infantil. Las altas capacidades van mucho más allá de lo que se conoce de manera popular como coeficiente intelectual. A la hora de realizar un diagnóstico lo más acertado posible, el niño deberá someterse a diferentes pruebas de inteligencia. En relación a las altas capacidades hay que indicar que existen tres grupos diferenciados:
- Niños superdotados.
- Niños con talento simple.
- Niños con talento complejo.
Gran capacidad de aprendizaje
Los niños con altas capacidades suelen tener una gran capacidad de aprendizaje. Son capaces de procesar información muy rápido y de retenerla de una manera efectiva. Gracias a esta capacidad pueden adquirir conocimientos de una manera más rápida a la vez que eficaz.
Creatividad
Otro de los aspectos positivos de los niños con altas capacidades es que son bastante imaginativos y muy creativos. Tienen capacidad para generar ideas novedosas y encontrar soluciones eficaces ante diversos problemas.
Motivación
Los niños con altas capacidades a menudo cuentan con una enorme motivación a la hora de aprender y alcanzar diferentes objetivos. Tienen un enorme deseo por explorar nuevos temas y por aprender. Esta motivación hace que sus resultados académicos sean bastante buenos y por encima de la media.
Gran habilidad a la hora de razonar
Los niños con altas capacidades suelen tener una habilidad bastante avanzada para poder razonar y analizar información. Son capaces de pensar de una manera lógica y evaluar desde diferentes perspectivas. Esto hace que puedan desarrollar habilidades de pensamiento crítico y tomar buenas decisiones.
Mayor autonomía
Los niños con altas capacidades suelen mostrar una mayor autonomía en relación a otros niños. Son capaces de establecer diversos objetivos a cumplir por sí mismos y a manejar su tiempo personal de una manera eficiente.
Habilidades en áreas específicas
Los niños con altas capacidades suelen tener grandes habilidades en áreas específicas como es el caso de las matemáticas, las ciencias o la música. Contar con estas habilidades hace que puedan llegar a triunfar en ciertas carreras en la etapa adulta.
Grado alto de empatía
Una de las características más evidentes de los niños con altas capacidades es su enorme grado a la hora de empatizar con los demás. Tienen una enorme facilidad a la hora de ponerse en el lugar de otro y son más conscientes de las emociones de los demás. Poder entender cómo sienten otras personas es algo que va a favorecer su propio bienestar.
Más tiempo libre
Al poseer una capacidad de aprendizaje mucho mayor que el de los demás niños, van a contar con un mayor tiempo libre para dedicar a aquellas actividades que les gustan. Esto puede suponer una ventaja para los niños con altas capacidades pero los padres deben promover en todo momento un hábito a la hora de estudiar. Es importante que no opten por la ley del mínimo esfuerzo y dediquen un tiempo todos los días a estudiar y a realizar las tareas de clase.
En definitiva, son muchos los aspectos positivos de las altas capacidades por lo que los padres a en el caso de que su hijo sea diagnosticado como tal. Lo que realmente importa es conocer a fondo las características y a partir de ahí orientarle de la mejor manera posible. Sentir el apoyo de los padres es clave a la hora de que el niño tenga cierta motivación a la hora de ir a la escuela y la felicidad y el bienestar estén presentes en su día a día.