El solomillo de cerdo con manzana es una receta exquisita, versátil y perfecta tanto para el día a día como para ocasiones especiales. Su combinación de sabores dulces y salados lo convierte en un plato único que seguro sorprenderá a todos tus invitados. Es fácil de preparar y no requiere largas horas en la cocina, ideal para quienes valoran recetas rápidas pero sin renunciar al sabor.
Un plato con personalidad gracias a su salsa
La clave de este plato reside en su deliciosa salsa. Además de llevar manzana y cebolla, que le aportan un toque dulce, integra ingredientes como caldo de pollo, miel y mostaza antigua. Esta combinación crea un equilibrio perfecto entre dulzor y acidez, que realza el sabor del solomillo de cerdo. Es, sin duda, uno de esos acompañamientos que no solo complementan la carne, sino que la elevan a otro nivel.
El secreto: la técnica de cocción
Para obtener el mejor resultado, es importante atender a dos aspectos fundamentales durante la preparación:
- No cocinar en exceso el solomillo. Al marcarlo, debe quedar dorado por fuera y tierno por dentro, ya que se terminará de hacer en la salsa.
- Dorar bien tanto la cebolla como la manzana. Este paso es esencial para intensificar el sabor de la salsa.
Si buscas ideas para acompañar este plato, puedes considerar guarniciones como un salteado de brócoli o incluso una cremosa ensalada de queso de cabra.
Ingredientes
Estos son los ingredientes para preparar este magnífico solomillo:
- Aceite de oliva virgen extra
- 1 solomillo de cerdo, cortado en rodajas de 1,5 cm
- 1 cebolla grande, en juliana
- 3 manzanas
- Sal y pimienta negra al gusto
- 1 vasito de vino blanco
- 1 vasito de caldo de pollo
- 1 cucharada generosa de miel
- 1 cucharadita de mostaza antigua
- 1 cucharadita de vinagre de manzana
- 1 cucharadita de maicena disuelta en agua
Preparación paso a paso
- Salpimentar el solomillo y calentarlo con un chorro de aceite en una sartén amplia. Dorar por ambos lados y reservar.
- En la misma sartén, dorar la cebolla y las manzanas (en cuartos) a fuego medio-alto hasta caramelizarlas ligeramente.
- Añadir el vino blanco y cocinarlo durante 2-3 minutos para que se evapore el alcohol.
- Incorporar el caldo de pollo, miel, mostaza y vinagre de manzana. Dejar a fuego medio-bajo durante unos minutos.
- Agregar las rodajas de solomillo junto con los jugos que haya soltado. Rectificar el punto de sal si es necesario.
- Espesar la salsa añadiendo la maicena disuelta en un poco de agua y dejar hervir por un minuto.
El plato está listo para servir. Puedes acompañarlo con unas patatas cremosas o unas verduras salteadas para completar el menú.
Con esta receta, disfrutarás de un bocado lleno de matices que combina la suavidad del cerdo y el dulzor de la manzana en perfecta armonía. Este solomillo no solo es ideal para una comida especial, sino que también se adapta al día a día gracias a su facilidad de preparación. ¡No dudes en intentarlo y compartirlo con quienes más quieres!