Ansiedad y estrés van de la mano en nuestro día a día. Porque ambas está siempre presente y escuchamos hablar de ellas más de la cuenta, por desgracia. De ahí que en ocasiones hasta las vayamos intercalando. Pero llega un momento en el que debemos conocer bien cuáles son las diferencias ente ambas.
Porque ansiedad y estrés sí que parecen sinónimos pero cuentan con orígenes totalmente dispares. Por lo que no se pueden usar para lo mismo porque no lo son. Es el momento de conocer el origen y lo que separa a ambas. ¡Vamos a descubrirlo!
Qué es el estrés
Es cierto que se trata de uno de los términos más usados en nuestro día a día. Pero, ¿sabes a qué se refiere realmente? Pues se trata de una respuesta o reacción ante ante que se puede considerar como una amenaza para nuestro cuerpo. Todo es debido a que el propio cerebro es quien lo interpreta como tal. Por lo que si este da la señal el organismo se encarga de emitir ciertas señales para poder combatirlo y ahí aparecían muchos de los síntomas que mencionaremos.
Desde el momento de esa señal, el desequilibrio se convierte en protagonista de nuestro cuerpo. Porque intenta defenderse de ese problema y como tal, se produce un sobreesfuerzo. De ahí que los síntomas comiencen a aparecer y sean en forma de falta de energía, dolores de cabeza, cansancio excesivo. cuello o espalda bastante rígidos y hasta problemas estomacales, entre otros. Pero es que además del cuerpo, la cabeza también se verá afectada desde el momento en que pensamos en una amenaza pero que realmente no existe. Tanto la falta de información como la exigencia de uno mismo puede desencadenar estrés.
Qué es la ansiedad
La ansiedad es la activación fisiológica o respuesta sobre el sistema nervioso. Para muchas personas es un estado emocional pero es cierto que no todos lo definen de igual manera. En este caso es cierto que los síntomas pueden ser un poco más variados y en función de cada persona. Por regla general, no existe una amenaza como sucedía con el estrés pero sí puede provocar una aglomeración de sentimientos. Lo que hace que el cuerpo también se ponga en alerta. Cuando estamos ante un período de nuestra vida preocupante, puede aparecer algún episodio de ansiedad. Etapas de la vida que tenemos por delante pruebas concretas, exámenes importantes, entonces se puede dar la ansiedad.
No supone un peligro para nuestra salud, a priori, pero sí hay que decir que los síntomas pueden ser bastante angustiantes. Porque las palpitaciones estarán presentes, los temblores, la sudoración o el estómago revuelto, entre otros. Cuando no somos capaces de poder controlar todos estos momentos, entonces podemos llegar a hablar de la ansiedad patológica.
Ansiedad y estrés, ¿Cuáles son las diferencias?
Ansiedad y estrés parecen ir de la mano pero tienen más diferencias de lo que pensamos. Porque la ansiedad se puede original debido a un miedo o frustración, mientras que el estrés es un estado de alerta o amenaza pero más corto en el tiempo y por una serie de problemas más concisos. Esto hace que el estrés por sí solo pueda desaparecer mucho antes que la ansiedad. Porque si es un problema concreto quien lo genera, erradicar dicho problema hará que nos sintamos mejor.
Por lo que eliminar la ansiedad no es tan sencillo, porque seguirá existiendo esa reacción ante ciertos estímulos. Anticiparnos a lo que va a ocurrir genera ansiedad, que en ocasiones puede darse en momentos puntuales o convertirse en un problema mayor. En ambos casos hay que buscar el origen y si estamos estresados, entonces debemos cumplir nuestra tarea, organizándonos y una vez hecho, notaremos una mejora. Con la ansiedad, no es igual porque puede aparecer en diferentes momentos, para diferentes problemas y siempre, con pensamientos negativos y anticipados.