Alaska es, sin duda, una de las figuras más icónicas e influyentes de la cultura musical y artística en el mundo hispano. Su carácter polifacético ha marcado generaciones y ha sido un pilar fundamental en la evolución de movimientos culturales como la «Movida Madrileña». Con una carrera que abarca más de cuatro décadas, Alaska, cuyo nombre real es Olvido Gara, ha sabido reinventarse constantemente, dejando una huella imborrable en la música, la moda y el arte en general.
Inicios de Alaska: Una niña predestinada al estrellato
Nacida el 13 de junio de 1963 en la Ciudad de México, Olvido Gara Jova, conocida artísticamente como Alaska, vivió sus primeros años rodeada de un entorno multicultural. Su madre, América Jova, de origen cubano, y su padre, Manuel Gara, un español exiliado, desempeñaron un papel crucial en su formación como una persona libre y creativa. A la temprana edad de 10 años, se mudó con su familia a Madrid, lo que marcó un antes y un después en su vida.
Fue en la capital española donde comenzó a forjar su camino en el mundo del espectáculo. Inspirada por íconos como David Bowie y Lou Reed, y fascinada por el glam rock y el punk, Alaska comenzó a explorar su interés por la música y la moda. En 1977, con apenas 14 años, formó parte de Kaka de Luxe, un grupo de punk que sentó las bases de la «Movida Madrileña».
La explosión de la Movida Madrileña: Alaska y los Pegamoides
En 1979, tras la disolución de Kaka de Luxe, Alaska, junto a otros miembros, fundó Alaska y los Pegamoides. Este grupo marcó un hito en la historia cultural española, fusionando el punk con el pop y el new wave. Con éxitos como «Horror en el Hipermercado» y «Bailando», el grupo se convirtió en un referente musical de la época.
Además de su faceta musical, Alaska comenzó a ganar notoriedad en otros ámbitos. En 1984 debutó como presentadora del programa infantil «La bola de cristal», que se convirtió en un fenómeno cultural. Su personaje «Bruja Avería» y su estilo extravagante la consolidaron como un ícono pop.
Alaska y Dinarama: El auge de una estrella
En 1983, tras la separación de Los Pegamoides, Alaska formó Alaska y Dinarama, en colaboración con Nacho Canut y Carlos Berlanga. Con un estilo musical más comercial y letras provocativas, el grupo alcanzó un éxito masivo. Temas como «Ni tú ni nadie» y «A quién le importa» se convirtieron en auténticos himnos que aún resuenan en la actualidad.
Durante esta época, Alaska también empezó a explorar otras áreas del arte. Su debut cinematográfico llegó de la mano de Pedro Almodóvar en la película «Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón», donde interpretó el papel de Bom, una joven punk. Esta colaboración marcó el inicio de una relación creativa duradera con el director manchego.
Fangoria: La reinvención constante
En 1989, Alaska y Nacho Canut fundaron Fangoria, un proyecto más experimental centrado en la música electrónica y el techno pop. Este cambio de estilo no solo les permitió mantenerse relevantes en un mercado musical en constante evolución, sino que también les abrió las puertas a una nueva generación de fans.
A lo largo de las décadas, Fangoria ha lanzado numerosos álbumes exitosos, como «Una temporada en el infierno» (1999), «Naturaleza muerta» (2001) y «Cuatricromía» (2013). Temas como «Retorciendo palabras» y «Espectacular» se añadieron a su repertorio de clásicos.
El impacto de Alaska fuera de la música
Más allá de su legado musical, Alaska ha dejado una marca indeleble en la moda y la televisión. Considerada una «fashion icon», su estilo único y transgresor ha influido en múltiples generaciones. Desde el glam punk de sus inicios hasta su estética más sofisticada y gótica en Fangoria, Alaska siempre ha estado un paso adelante en las tendencias.
En televisión, su papel como presentadora en «Cine de Barrio» desde 2020 ha mostrado una faceta más clásica y nostálgica. Este programa le permitió conectar con un público diverso, consolidando su posición como una figura versátil y multifacética.
Vida personal y compromiso social
En 1999, Alaska contrajo matrimonio con Mario Vaquerizo, quien además de ser su esposo es su mánager y vocalista del grupo Nancys Rubias. Su relación ha sido un ejemplo de complicidad y apoyo mutuo, y juntos han protagonizado el exitoso reality show «Alaska y Mario», que muestra su vida cotidiana y su relación con el entretenimiento.
Además, Alaska ha sido una defensora activa de los derechos LGBTQ+ y una voz importante en la lucha por la igualdad. Su himno «A quién le importa» se ha consolidado como un símbolo de empoderamiento y diversidad.
Alaska sigue siendo un referente cultural, demostrando que la autenticidad, la innovación y la pasión son claves para mantenerse relevante en un mundo en constante cambio.
Enhora buena por el historial de Alaska.
Alaska es sin duda un Grán contributo a la historia de la musica en el mundo.
Sigo su carrera desde el inicio de los ’80, infelizmente vivo en un país llamado de Portugal (si fueramos una provincia española seria muxo mejor para más de 10 millones de gente)que necesita de muxissimas ‘Alaskas’ para llegar dónde llegó españa en lo que respecta a sociedades convencionales y futuras, y claro: musica. Esto porque la influencia de Alaska en la sociedad és ezpeluznantemente positiva no solo con la musica.
No me gusta la foto de Alaska sin maquillage ..así soy yo por las mañanas, pero eso no importa. Lo unico que importa és que estamos vivos y que nuestra imagen teatral (ó no) és importante a la gente.
De todas formas ..como diria yó aqui.
Parabéns pelo artigo.
Bso divino