La agilidad mental es una habilidad importante que nos permite ser eficientes en nuestro día a día y que tiene que ver con la forma de procesar y entender la información. Pero, ¿qué es la agilidad mental y cómo puedo mejorarla? Si tienes curiosidad quédate por hoy contestaremos ambas preguntas.
Mejorar la agilidad mental contribuye a mejorar nuestra capacidad de memoria, análisis y ejecución de actividades diarias. De ahí que sea una habilidad que os recomendamos entrenar con el fin de seguir disfrutando con el paso de los años de una buena salud mental.
¿Qué es la agilidad mental?
La agilidad mental es la capacidad de pensar y razonar de forma rápida, clara y eficiente. Un recurso importante y de mucho valor para el aprendizaje, la adaptación a diferentes contextos y situaciones, y para la resolución de conflictos.
¿Cómo mejorarla?
Hay personas que tienen un pensamiento y una respuesta mas rápida de forma natural, pero no debes preocuparte si no es así en tu caso. La agilidad mental puede mejorarse aunque requiere de esfuerzo y compromiso hacerlo. Y hay diferentes técnicas para lograrlo, tal como hoy os proponemos:
Ejercicios Mentales
Incluir en tu rutina diaria la realización de crucigramas, rompecabezas, sudokus o juegos online diseñados específicamente para ejercitar el cerebro, es una forma cómoda de ejercitar la agilidad mental. Y es que no solo son pasatiempos con los que hacer mas amenos los ratos muertos, sino que además facilitan la concentración y frenan el deterioro cognitivo, promoviendo el aprendizaje y estimulando el pensamiento lógico y la memoria.
Lectura
La lectura es otra estupenda forma de mejorar la agilidad mental, especialmente cuando nos supone un reto. Y con reto entendemos apostar por lecturas que se salgan de lo que habitualmente leemos y nos resulta sencillo leer. Lecturas de diferentes géneros o en otros idiomas al habitual, que te obliguen a concentrarte y que te inviten a aprender, pensar y/o desarrollar el razonamiento crítico.
Aprendizaje
Las personas que no dejan de aprender a lo largo de toda su vida, disfrutan de una agilidad mental mas desarrollada y tienen menos posibilidades de desarrollar Alzheimer. Y no, no es necesario dedicarle demasiado tiempo; enfrentarnos 40 minutos diarios a algo que no hemos visto nunca antes puede ser suficiente para ello.
Puedes apuntarte a la escuela de idiomas a aprender un idioma nuevo, tomar clases para dominar un instrumento, asistir a cursos de cerámica o bordado tan de moda actualmente, o simplemente coger las fichas de juegos de mesa tan populares como el trivial y utilizarlos para mejorar tus conocimientos de historia, literatura, arte, etc.
Improvisación
Todas las actividades que requieren improvisación son efectivas para desarrollar la agilidad mental. Las clases de teatro de improvisación, son un buen ejemplo para mejorar la rapidez de respuesta a un problema concreto, así como para aprender a analizar una situación desde diferentes puntos de vista.
Práctica de Mindfulness y Meditación
Practicar la meditación ayuda a mejorar la concentración y nos proporciona tranquilidad y claridad mental. Eso nos ayuda a tener una respuesta rápida y eficiente ante situaciones diversas, por lo que la meditación mejora también nuestra agilidad mental.
Actividad Física
Mantener un estilo de vida activo resulta beneficioso para las nuestras capacidades cognitivas. Mejora la circulación y oxigenación cerebral, ayudándonos a mantener la mente clara y en buena forma. Caminar a diario es una buena opción por la que comenzar.
Entrenamiento en Toma de Decisiones
No siempre hay una única respuesta a un problema. Es necesario ser consciente de ello para que encontrarla no nos paralice. Una lluvia de ideas puede ser un camino mucho mas adecuado para dar con respuestas o soluciones. Plantearnos un problema ficticio y buscar posibles soluciones puede ser, por tanto, una forma de mejorar nuestra agilidad mental y el tiempo de respuesta.
Alimentación y descanso Adecuados
Alimentarse y descansar adecuadamente son importantes para mantener una buena salud y rendir adecuadamente. El sueño además es clave para la consolidación de la memoria y el mantenimiento de una mente aguda y clara, por lo que no todo deber ser hacer y hacer, también es necesario saber cuándo parar.