En la vida, toda persona pasa por ciertos obstáculos y momentos malos en los que la fuerza interior que tengamos será clave para seguir adelante con ánimo y sin resentirnos demasiado en esas duras caídas que se nos presentan. Yo tengo una frase que es clave y que me repito en forma de mantra cuando las cosas se me ponen un poco cuesta arriba, y es: «Siempre fuerte».
Aun así, en la vida hay ciertas verdades que cuanto antes sepas de ellas y antes asumas, más fácil te será afrontarlas. A continuación, te decimos cómo afrontar ciertas verdades para ser más fuertes.
Aprendizajes necesarios
- No eres víctima: Sentirte bien contigo misma es algo que solo debe depender de ti. Cuando permites que las opiniones de otras personas definan cómo te sientes, te fallas a ti misma. ¡No lo permitas! Aprende a identificar las emociones impulsadas por los demás y sustituirlas por tu autoestima. Puedes leer más sobre este tema en nuestra guía sobre inteligencia emocional.
- El día tiene 24 horas; por tanto, tienes tiempo. La falta de tiempo no debe ser tu excusa favorita para dejar de hacer aquello que realmente deseas: deporte, estudio, proyecto personal, etc. Dedica tiempo a encontrar la causa real que te impide avanzar. Si no gestionas bien el tiempo, acabarás desmotivándote.
- Cambia aquello que no te gusta, llena o satisface en tu vida. No eres un árbol, no debes permanecer quieto siempre en el mismo punto. Muévete hacia aquello que siempre has soñado. La resistencia al cambio solo te mantendrá en tu zona de confort, pero recuerda que la comodidad no siempre es sinónimo de felicidad.
- Nunca será el momento perfecto para afrontar y hacer aquello que quieres. Las excusas siempre estarán presentes. Déjate de excusas y hazlo. ¡Sal de tu zona de confort! Una buena planificación puede ayudarte a comenzar con pequeños pasos que progresivamente te sacarán adelante.
Verdades necesarias para el crecimiento personal
- La vida es finita: Aunque sea un tema difícil, debemos ser conscientes de que nuestro tiempo es limitado. Cada día que pasa es una oportunidad de vivir plenamente y de valorar lo que nos rodea. Vive en el presente y haz que cada momento cuente. Esto incluye valorar nuestras relaciones y delegar tiempo para lo que verdaderamente importa.
- Te vas a equivocar: Equivocarse es parte del aprendizaje. Las fallas y errores no te definen, sino lo que haces después de ellos. Aprende a ver cada error como una oportunidad para mejorar y avanzar hacia tus objetivos. Puedes ampliar este aspecto descubriendo cómo afrontar las decepciones con inteligencia emocional en este enlace.
- El pasado es inmutable: Dedica tus esfuerzos al presente, ya que es la única etapa que realmente puedes influenciar. Construye tu futuro a partir de las decisiones que tomas hoy. Pensar constantemente en lo que podrías haber cambiado solo te generará frustración y tristeza.
- Eres responsable: Eres la responsable de todas y cada una de las decisiones que tomes, así como de la situación actual de tu vida. Aceptar esta verdad te permitirá abordar los problemas desde una perspectiva proactiva, en lugar de victimizarnos.
Cómo desarrollar fortaleza emocional
La fortaleza emocional no es algo con lo que se nace, es una habilidad que se construye a lo largo del tiempo con repetición y compromiso para superar circunstancias adversas.
- Encuentra tu propósito de vida: Una vida con propósito contribuye a mantenernos resilientes ante los desafíos. Reflexiona sobre lo que realmente te motiva y usa ese propósito como motor diario. Viktor Frankl decía que quienes tienen un «para qué vivir» logran superar cualquier crisis.
- Equilibra la lógica y la emoción: Las emociones no son enemigas, pero a veces pueden influir de manera negativa. Aprende a procesarlas de manera constructiva combinando lógica y empatía para tomar las mejores decisiones en momentos complejos.
- Practica la autocompasión: No seas tu peor crítico. En momentos de fracaso, reconócete como humano y valora tus intentos. Tratarte con amabilidad mejora tu bienestar emocional y te da la energía necesaria para seguir adelante.
- Rodéate de personas que te sumen: Si creas un círculo de apoyo fuerte, te resultará más fácil superar las adversidades. Confía en tus amigos y seres queridos para aquellos momentos en los que sientas que no puedes más.
- Aprende a reírte de ti: El sentido del humor y la capacidad de ver las cosas desde una perspectiva menos pesada es otro rasgo crucial. La risa es terapéutica y ayuda a deshacerse de las tensiones acumuladas.
A diario enfrentamos desafíos que ponen a prueba nuestra fortaleza. La vida, con sus altibajos, nos enseña a no huir de los problemas sino a encararlos con valentía, aprendiendo lecciones valiosas en el proceso. Para ser emocionalmente más fuertes, es importante aceptar que las dificultades son temporales y que cada error, cada caída, es una oportunidad para levantarnos con una nueva perspectiva. Recuerda que la resiliencia no significa ser impenetrable sino saber encontrar el equilibrio en medio del caos.