Tener o no pareja puede ser cuestión de casualidades y también de suerte o incluso una elección personal. No siempre encontramos a la persona adecuada, pero hay personas que han pasado mucho tiempo en soledad y finalmente se preguntan si existe algún factor inconsciente que puede impedir que consigan pareja.
Existen algunas actitudes que pueden hacer que las relaciones fallen ya desde un principio, por lo que puede ser algo sobre lo que debemos trabajar. No se trata de cambiar nuestra forma de ser, sino más bien de ser conscientes de cómo nos comportamos con los demás y cómo estos reaccionan.
Necesidad de tener pareja
Hay personas que literalmente no saben estar solas, sin pareja. Como se sienten vacías o demasiado solas siempre buscan de manera ansiosa a otra persona con la cual poder pasar su tiempo. Esto hace que se note la dependencia emocional hacia la otra persona. Tener mucha ansiedad a la hora de buscar pareja y de aferrarse a ella puede ser algo que agobie a la otra persona, que tendrá que sostener un peso demasiado grande por la dependencia emocional que cargamos sobre ella. Esto hace que en muchas ocasiones la otra persona se aleje evitando estas exigencias, lo que conlleva a una ruptura o al final de la relación.
La clave está en tomarse un tiempo para estar con uno mismo. Conocerse y saber estar solo es algo muy importante para crear una relación totalmente sana y duradera con otra persona, ya que nos complementaremos pero nunca nos necesitaremos. Es importante sanar antes de comenzar otra relación para que esta funcione.
Indecisión a la hora de avanzar
Son muchas las personas que carecen de iniciativa y de decisión a la hora de avanzar con una persona. Esta indecisión puede hacer que la otra persona sienta que no están en el mismo momento o que realmente no quieren lo mismo. En una relación se debe avanzar y ser conscientes de lo que siente o quiere la otra persona para que todo fluya. Si no nos decidimos podemos perder oportunidades realmente valiosas que no volverán a pasar, por lo que debemos ser valientes y aprender a tomar decisiones, aún a riesgo de equivocarnos.
Desconfianza desde el inicio
Si hemos vivido otras relaciones en las cuales nos han mentido o traicionado pensaremos que esto puede volver a pasar una y otra vez. Pero debemos recordar que cada persona es un mundo y que nos hayan engañado antes no significa que tengan que volver a hacerlo de nuevo. Hay que confiar en la persona porque también confían en nosotros. Si no podemos confiar en esa persona por lo que sea entonces siempre será mejor hablarlo o alejarse de alguien con quien no vamos a tener paz en la relación.
Ocultar las emociones
Hay personas que no son buenas expresando lo que sienten. Eso puede conllevar que la otra persona que se encuentre en la relación sienta que no la comprenden o que no quieren entender lo que sienten. Llega a crearse un abismo entre ambos si uno de los dos no es capaz de expresar lo que siente y oculta todo. No hay que expresarlo a cada momento, pero sí hay que demostrar el cariño, respeto y amor que tenemos por esa otra persona, algo fundamental para que una relación funcione.
Falta de sinceridad
Este es otro factor que puede acabar rápidamente con cualquier relación. Si notamos que la otra persona no es sincera con nosotros o nos ha mentido en alguna ocasión se genera una desconfianza que lleva al alejamiento de ambos. Es importante que en una pareja ambos sean sinceros con lo que hacen y lo que sienten.