Encontramos multitud de aceites en el mercado, los más conocidos el aceite de coco, aceite de oliva virgen extra o la manteca de karité. Son todos beneficiosos para nuestro organismo, cuidan de nuestra piel y nos alejan de arrugas y manchas.
A pesar de ser conocidos por sus usos dentro del mundo estético, en este caso, el aceite de almendras nuestro protagonista de hoy, también es de gran ayuda porque ayuda a reducir el colesterol malo y aumenta el bueno.
Características del aceite de almendras
A día de hoy los almendros se cultivan en todas aquellas zonas en las que haya clima cálido y templado. España se encuentra en segundo lugar como productor de almendras, el primero es Estados Unidos.
Nos aporta muchos beneficios para la salud del organismo, no sólo como uso tópico, sino también si lo consumimos con nuestras comidas.
- Proteínas
- Ácidos grasos saludables
- Sales minerales
- Vitaminas A, E, K
- Ácidos oleico y linoleico
Beneficios que no debemos pasar por alto
Ayuda a tener los huesos fuertes
Como hemos comprobado, nos aportan muchos nutrientes, muchos de ellos son los que se encargan de mantener una buena capacidad ósea. El consumo de almendras aumenta la densidad mineral de los huesos, ayuda a mantener un esqueleto fuerte y saludable.
El calcio es importante para esta labor.
El aceite de almendras mejora tu memoria
Este aceite es rico en L-carnitina y en riboflavinas, son dos nutrientes que mejoran la función cerebral y además, optimiza la memoria.
Por otro lado, contienen fenilalanina, un químico que ayuda a reforzar el sistema nervioso. Dos cualidades muy importantes para el buen funcionamiento del cerebro.
Aumenta los niveles de colesterol bueno
En nuestro interior tenemos dos tipos de colesterol, el bueno y el malo, en esta ocasión, las almendras ayudan a aumentar los niveles de colesterol bueno.
El colesterol malo se dedica a taponar las arterias con las grasas del organismo, y si se deja vagar libremente por nuestras venas, llegará un día en el que nos podrá provocar una enfermedad cardíaca, sin embargo, el colesterol bueno, se encarga de proteger nuestro corazón, ya que despega las placas de lípidos de las paredes arteriales y las lleva hasta el hígado.
Alimento anticáncer
Se han centrado en su estudio para relacionar el buen entendimiento del aceite de almendras y las características del cáncer. Hay estudios que respaldan que puede ayudan a reducir la aparición del cáncer de colon. Esto ocurre porque los ácidos grasos que ayudan a reforzar los mecanismos de limpieza del sistema digestivo, por lo que acompañar nuestros platillos con un buen chorretón de aceite de almendras ayudará no sólo a tu corazón sino que mantendrá a raya el cáncer de colon.
Elimina los granitos
Quién no habrá sufrido alguna vez la aparición de los molestos granitos, los cambios hormonales son los grandes responsables de su aparición, el exceso de grasa en las glándulas sebáceas son las causantes de los granitos.
Otros muchos sufren acné por tendencia genética que a la larga pueden dejarles marcas en hoyuelos y cicatrices.
El aceite de almendra podrá ser tu solución si sufres acné severo, ayuda a mejorar la apariencia afectada y podrá ponerle cura ya sea en la cara, la espalda o los hombros.
Cuida de tu cabello
El cuero cabelludo puede verse afectado en cualquier época del año, la sequedad afecta a muchas personas y puede hacer que nuestro cabello luzca áspero, oscuro a parte de que nos provocará picazón y descamación.
El aceite de almendras le pondrá fin a esa sequedad ya que lo nutrirá al instante, además, previene la caída del cabello, elimina la caspa y reducirá los síntomas de la dermatitis seborreica.
Ideal para un cuidado de nuestra piel
La piel se expone los 365 días del año, en mayor o menor medida llega a sufrir los daños del viento, rayos del sol, sequedad, humedad, sudoración, etc. Los cambios bruscos de temperatura también puede afectar directamente a nuestra sensibilidad.
La piel puede verse afectada, por esta razón, es importante tener en mente que el aceite de almendras puede ser tu gran aliada para mejorar las condiciones de las marcas del acné o los eccemas producidos a lo largo del año.
Los ácidos grasos hidratan nuestra piel, les proporciona elasticidad, les aporta brillo, buen aspecto, una piel rejuvenecida y muy suave al tacto.