Bañarse es una necesidad de higiene y aunque los bebés se ensucian poco, también deben bañarse regularmente. Hay padres que se preocupan porque a sus bebés parece que no les gusta la hora del baño, se estresan, lloran y lo pasan mal…. Debería ser un momento de relajación y emociones, pero a veces se puede convertir en toda una pesadilla. ¿Por qué ocurre esto?
Normalmente es cuestión de adaptación y de crear un clima cálido donde el bebé se sienta seguro y relajado al lado de las personas que más quiere: sus padres. Poco a poco le irá gustando más, porque al principio puede que no entienda muy bien qué sucede ni por qué… algo que le podría hacer sentir miedo, siempre deberá tener unas condiciones adecuadas para que se sienta seguro y protegido todo el tiempo.
Un baño feliz para tu bebé
Para poder propiciar un ambiente seguro, deberás tener algunas cosas en cuenta:
- El agua. Deberás poner el agua correcta, suficiente para que no esté demasiado cubierta ni tan poca que pase frío. El agua templada deberá cubrir por lo menos hasta el pecho y siempre tendrás que sostenerle para que se sienta seguro.
- La temperatura adecuada. Una vez que pones la cantidad de agua correcta, deberás tener en cuenta también la temperatura que tiene. Lo ideal es que esté a unos 35ºC, aunque en invierno puede llegar hasta 38ºC. Antes de meter a tu bebé comprueba la temperatura del agua con tu codo para saber que realmente está agradable. Los bebés que son recién nacidos son más sensibles y necesitan una temperatura de 25ºC.
- Seguridad. Tu bebé se debe sentir seguro y para ello tendrás que utilizar una bañera pequeña. También tendrá que estar bien sujeto, para ello coloca tu antebrazo detrás de su espalda y sostén su cabeza para que no se le mueva. No le asustes con los chorros de agua, así que cuanta más suave vaya la presión del agua, mucho mejor.
- Nunca le dejes solo. Nunca-NUNCA le dejes solo en el agua puesto que es peligroso. Antes de comenzar a bañar a tu bebé deberás tener todo bien listo y con todo a mano. Nunca salgas de la estancia donde está tu bebé en la bañera, siempre deberás estar a su lado para sostenerle y protegerle.
- Ten en cuenta sus emociones. Piensa si tu bebé está enfadado, tiene sueño, hambre o está cansado, porque si es así, no será un buen momento para meterlo en el baño. Es mejor buscar un momento idóneo siempre que todas las demás necesidades básicas estén cubiertas. Lo mismo ocurre contigo, si estás nervioso o alterado es mejor que dejes el baño para otro momento en el que los dos os encontréis bien.
También es posible que a tu bebé le gustase bañarse y que de repente ya no quiera bañarse más. En estos casos es necesario tener paciencia, hacer del baño un momento agradable y divertido, y así, con buenas experiencias no se opondrá a la hora del baño en el futuro.