El amoniaco es un potente desengrasante y desodorizante y por ello un gran aliado en la limpieza del hogar. Por eso hoy en Bezzia compartimos con vosotras 5 recetas con amoniaco para limpiar desde cristales hasta las juntas de los azulejos con el fin de que saquéis partido a este producto.
Antes de usarlo, sin embargo, es imprescindible tener en cuenta que el amoniaco es un producto fuerte y que por tanto requiere ciertas medidas de protección para nuestra seguridad. Utiliza una mascarilla para no inhalar los vapores y colócate unos guantes de goma para que no estropee tus manos. Nunca, por ningún motivo, mezcles amoniaco con lejía y evita usarlo para limpiar el parquet o muebles de madera.
Limpieza de cristales
El amoníaco líquido es un excelente aliado como limpiacristales. Solo tienes que combinarlo con agua y utilizar un paño de microfibra para dejar todos los cristales relucientes. Por la toxicidad y el poder contaminante del amoniaco no es una fórmula para ser utilizada a diario, pero si tus cristales están muy sucios y hace meses que no realizas una limpieza profunda de los mismos quizá a llegado el momento de recurrir a esta formula siguiendo los siguientes pasos.
- Crea una solución en un recipiente con pulverizador con 20 mililitros de amoniaco líquido por cada litro de agua, o lo que es lo mismo, 5 mililitros por cada 250 mililitros de agua.
- Abre las ventanas y puertas de la habitación en la que vayas a realizar la limpieza para que la estancia esté ventilada.
- Pulveriza la mezcla de amoniaco y agua sobre la superficie acristalada.
- Frota de arriba hacía abajo (movimientos verticales y consistentes) con trapo de microfibra para que no suelte pelusas.
- Después utiliza otro trapo seco, papel de cocina o papel de periódico para secar los cristales, siguiendo los mismos movimientos.
Limpieza de alfombras
El amoniaco también resulta muy efectivo en la limpieza de alfombras. Disolviendo una cucharada de este producto en una taza de agua obtendrás una solución con la que podrás eliminar muchas de las manchas que pueden arruinar su apariencia: chocolate, leche, refrescos, sangre o vómito.
Aplica la solución con un paño sobe la mancha, sin frotar, y deja que actúe unos minutos antes de retirarla. Para aumentar su eficacia utiliza antes y después de esta solución otra de detergente para así tener mas posibilidad de dejar la alfombra como si nada hubiera pasado.
Eliminar las manchas mas rebeldes del mármol
El mármol es uno de los materiales mas elegantes y sofisticados con los que se puede vestir una estancia, pero limpiar el mármol y mantenerlo no siempre resulta sencillo. Y es que este no solo absorbe rápidamente los líquidos, haciendo que la suciedad quede incrustada, sino que es un material delicado y no todos los productos de limpieza pueden usarse sobre este sin dañarlo.
Agua y jabón neutro son los mejores aliados para una limpieza habitual, pero ¿qué ocurre cuando se derraman sobre este líquidos y se mancha? Si la mancha ya se ha secado o no sale con jabón neutro y agua tienes una segunda oportunidad de limpiarla con una mezcla de bicarbonato y amoniaco. ¿Cómo?
- Llena una palangana con agua, añade una cucharadita de bicarbonato sódico y dos gotas de amoniaco.
- Sumerge un trapo en la mezcla, escúrrelo y aplícalo sobre la mancha.
- Después, cubre la zona con papel film transparente y deja actuar unos minutos.
- Por último, aclara con una bayeta húmeda y seca con un trapo limpio.
Blanquear las juntas de los azulejos
Podemos limpiar y limpiar los azulejos que si las juntas no están blancas, estos no terminarán de verse limpios. Y precisamente de las juntas de los azulejos se encarga la cuarta de las recetas con amoniaco para limpiar tu hogar que hoy os proponemos.
- Llena un barreño o palangana con agua caliente y un chorreón de amoníaco o alrededor de una medida de amoníaco por cada 10 de agua caliente si buscas una fórmula mas precisa.
- Utiliza un cepillo largo con cerdas semiduras y esta fórmula para sacar la máxima cantidad de suciedad posible de las juntas de los azulejos y la propia superficie de los mismos frotando los mismos con dedicación.
- Incide bien en las zonas más sucias o donde haya moho para retirar las esporas y bacterias dañinas.
- Después pasa un paño humedecido con agua caliente para retirar los restos de suciedad.
- Y si quieres eliminar las gotas de agua de los azulejos, recurre a un paño limpio y seco. ¡Los dejarás relucientes!
Desengrasante en la cocina
El amoníaco es el rey de los desengrasantes. Con un chorrito de amoníaco y un paño podrás eliminar las grasas más duras y manchas de la encimera de la cocina, campana y horno. Puedes utilizar para ello productos comerciales como el Volvone o simplemente agua con un chorrito de amoniaco líquido.
También puedes utilizarlo para desengrasar la fregona o los trapos de cocina dejándolos a remojo en un recipiente con agua tibia y amoníaco durante 1 hora. Tras ello, escurre los trapos o la fregona y límpiala con agua y jabón. Verás que ya no quedan restos de grasa.
Como habéis podido comprobar son muchas las recetas con amoniaco para limpiar vuestro hogar que podéis utilizar. Recordad, eso si, hacerlo siempre con la máxima seguridad.