Nos pasamos toda la vida hablando, intercambiando ideas y como tal, en ocasiones no es de extrañar que las discusiones tengan lugar. Es algo habitual pero cierto es también que en ellas, debemos mantener un cierto orden. Un orden que solemos perder y por el que, tanto nosotros como nuestra pareja, puede salir perjudicada cuando discutimos.
Así es que, en todos los aspectos de la vida, tiene que haber unas normas a cumplir. Por eso, hoy nos hemos empeñado en hacer un repaso de las mismas. Verás cómo es algo sencillo de conseguir y por lo que hará que, hasta discutiendo, tu relación pueda mantenerse más unida que nunca.
Nunca debemos pensar en ‘ganar’ cuando discutimos
Cuando se inicia una discusión el fin es salirnos con la nuestra. El ganar en este caso, es uno de los puntos que vemos y en el que nos centramos. Pero no debe ser así. Si tu enfoque es ése, entonces es mejor que no comiences ni la discusión porque serán entonces cuando puedes salir muy mal parado. Lo mejor de estos casos es centrarnos en que el otro nos escuche y sepa cuáles son nuestras preocupaciones o lo que queremos realmente transmitir. No hace falta que sea por medio de gritos, sino de frases bien elaboradas.
Escucha y serás escuchado
No siempre es sencillo y lo sabemos. En ocasiones cuando discutimos hasta la vista se nos nubla. Es por ello que ahí ya perdemos la noción del tiempo y nos metemos en un bucle del que no es fácil salir. Pero cierto es que hasta las discusiones hay que tomarlas con calma. De hace sirve hacer un monólogo, sino que siempre es mejor seguir el lema de que si escuchas, entonces serás escuchado. Debemos dejar que la otra persona también exponga sus teorías y sus razones. ¡Hay tiempo para los dos!.
La paciencia es una de las mejores armas
Otra de las normas a tener en cuenta es ésta. Aunque quizás es de las más complicadas. ¿Quién puede mantener la paciencia cuando discutimos?. Desde luego, es bastante complicado, aunque lógicamente también puede variar dependiendo del tema en cuestión. Aún así, aunque quieras tener la razón, no siempre la llevarás en los primeros minutos de conversación. De ahí que el punto anterior vuelva a tener gran protagonismo. No quieras ‘ganar’ a la primera de cambio, expón tus ideas y deja que la otra persona se ponga en tu lugar. Aunque le lleve más tiempo para ver las cosas claras, todo llegará.
Generalizar no sirve de nada
Cuando discutimos, tendemos a poner unos ejemplos donde generalizamos y bastante. ¿Sirven para algo?, pues realmente no. Generalizar no sirve, sino, para perder una discusión totalmente. Nos centraremos en el tema pero para ello, tampoco podemos echar en cara las cosas. Recurrimos a cosas generales, recordando ciertos fallos o defectos que tiene la otra persona o cosas que siempre suele hacer. Pues no, debemos centrarnos en el argumento que tenemos y no buscar alternativas para intentar seguir con la discusión.
Discusiones para compartir puntos de vista
Si es que, después de haber visto todos estos puntos, llegamos a la conclusión de que las discusiones pueden ser muy variadas. No es necesario alzar la voz para discutir. Simplemente puede llegar a ser una conversación donde exponer diferentes puntos de vista. De ahí que no haya que echar nada en cara, ni pasarse media hora hablando uno solo ni tampoco pensar en ganar algo que no tiene premio. Lo mejor es mostrar nuestro punto de vista y aceptar también el de los demás. ¡Seguro que así, tus discusiones ya contarán con otros matices más especiales!.