Los perros tienen una forma diferente de ver la vida. Si somos dueños de una mascota seguramente sabremos todo aquello que nos pueden aportar en nuestro día a día. Desde un amor incondicional a horas de juego y apoyo sin límites. Son muchas las cosas que nos da un perro, entre las que está el ofrecernos interesantes lecciones de vida.
Tener un perro implica cuidarlo, compartir momentos y estar juntos muchas horas. De un animal tan noble es fácil aprender cosas, así como nosotros tratamos de enseñarle otras. Todo el mundo sabe que tener un perro es beneficioso para nuestra salud mental, pero es que además ellos nos dan estupendas lecciones.
Amar sin condiciones
El amor de los perros no atiende a condiciones ni tiene prejuicios. Esto lo sabemos sus dueños, que a veces no nos sentimos las mejores personas del mundo pero a ellos les da igual. No les importa que no seas rico, o que no tengas las zapatillas del momento, que no seas alto o popular. A ellos solamente les importas tú y tu atención. Saber que lo amas sin más, porque ellos te van a querer siempre, sin ninguna condición y sin esperar nada a cambio. Algo que muchas veces no podemos encontrar en el amor que nos profesan las personas, cuya personalidad, motivaciones o intenciones pueden inmiscuirse en ese amor.
Vivir el momento
Si algo se puede aprender de un perro es a vivir el momento. Ellos no se preocupan si ayer los han operado de un tumor. En cuanto se encuentran bien estarán felices y volverán a disfrutar plenamente de un paseo, de una caricia y de un juguete. Su simpleza a veces nos sorprende a los humanos, los cuales nos olvidamos de disfrutar de las pequeñas cosas y del momento en el que estamos. Los humanos siempre vivimos con los recuerdos del pasado o con ansiedad por el futuro, preocupándonos por cosas que todavía no han pasado y que pueden no pasar. Sin embargo el perro es capaz de disfrutar del ahora sin preocuparse del mañana y esto es algo que podemos aprender con ellos. Desconectar de los problemas y centrarnos en el presente con nuestra mascota.
Comunicarse sin palabras
Los perros saben comunicarse sin palabras. Nosotros nos empeñamos en darles órdenes con palabras, aunque ellos entienden nuestros gestos, el tono de voz y nuestro estado de ánimo. Con ellos podemos comunicarnos perfectamente sin palabras, lo cual nos hace mucho más intuitivos. Es una parte de la inteligencia emocional el saber interpretar emociones y gestos como hacen los animales, por lo que nos ayudan a desarrollar esta cualidad. Podemos aprender a darles órdenes con gestos y a expresarnos sin hablar.
Sentirnos únicos
A veces las personas podemos llegar a sentirnos poca cosa, a dejar de lado nuestra autoestima. Sin embargo, los perros tienen la cualidad de hacernos sentir únicos y especiales, porque para ellos lo somos. Puede que no cambiemos el mundo, pero habremos cambiado el pequeño mundo de esa mascota, por lo que es algo importante. Los perros nos aman y nos hacen sentir como personas especiales, lo cual aumenta nuestra autoestima. Aprendemos a querernos un poco más porque ellos nos adoran y nos damos cuenta de que somos algo importante, de que no debemos menospreciarnos ni ser tan duros con nosotros mismos.
Soportar el desorden
Si somos muy maniáticos puede que el perro nos ayude a aprender a soportar un poco el caos. Desordenan las cosas y tienen sus prioridades, entre las que están jugar o dormir. En definitiva nos ayudan a disfrutar un poco de nuestra vida y de nuestro hogar sin preocuparse constantemente por el orden y porque todo sea perfecto. Para ellos ese desorden es la perfección y disfrutar con nosotros de su vida también.