Gel, champú, mascarilla, espuma de afeitado, esponja… son muchos los accesorios de higiene que acumulamos en la bañera o ducha. Habitualmente, esta acumulación se realiza de forma improvisada, lo que puede dar lugar a un desorden visual y práctico. Sin embargo, contar con soluciones de almacenaje adecuadas no solo mejora la funcionalidad de tu baño, sino también su estética.
Existen múltiples maneras de añadir espacio de almacenaje en la ducha. Algunas de estas opciones requieren trabajos de obra, mientras que la mayoría pueden implementarse de forma sencilla fijándolas a la pared mediante tornillos u otros sistemas de sujeción. Además, para quienes buscan evitar perforar las paredes, también hay alternativas prácticas que analizaremos en profundidad a continuación.
Hornacinas: el almacenaje integrado en la pared
Si tienes la posibilidad de diseñar tu baño desde cero o realizar una reforma, las hornacinas son una excelente opción de almacenaje. Estas estructuras empotradas en la pared destacan no solo por su funcionalidad, sino también por su capacidad para aportar un toque decorativo y minimalista al baño. Las hornacinas te permiten mantener los artículos de higiene organizados y a mano, sin ocupar espacio adicional en la ducha.
En caso de no querer realizar obras, también existen alternativas en el mercado que imitan el efecto de las hornacinas. Estantes cuadrados o rectangulares que se fijan a la pared pueden recrear su funcionalidad y estética.
Superficies decorativas de apoyo
Otra solución innovadora y visualmente atractiva son las superficies decorativas de apoyo. Añadir un estante que se extienda de pared a pared puede integrarse de manera perfecta en el diseño de tu baño, creando un entorno funcional y elegante. Esta solución resulta ideal para colocar los productos de ducha más usados sin que interfieran en el tránsito del espacio.
Además, el contraste de materiales o colores puede dar lugar a un diseño que destaque. Sin embargo, si prefieres una integración más discreta, puedes optar por superficies del mismo color que las paredes, logrando un efecto camuflado.
Estantes de pared: variedad y versatilidad
Los estantes y cestos de pared son una opción clásica y práctica para añadir almacenaje a tu ducha. Son económicos y tienen la ventaja de ser fácilmente escalables; si tus necesidades cambian, puedes añadir nuevos estantes o redistribuirlos.
Los estantes de pared están disponibles en una amplia variedad de materiales y estilos: metálicos, plásticos, resina, madera de bambú, entre otros. La mayoría están diseñados para resistir la humedad y son ideales tanto para baños modernos como clásicos. Marcas como Nichba Denmark, Ikea o Amazon ofrecen múltiples opciones adaptables a cualquier necesidad.
Además, algunos de estos modelos incorporan ganchos, perfectos para colgar accesorios como esponjas o cepillos.
Aprovecha las esquinas con soluciones inteligentes
Las esquinas suelen ser los espacios más desaprovechados de cualquier habitación, y el baño no es una excepción. Las soluciones de almacenaje en esquina te permiten maximizar el espacio disponible, siendo especialmente útiles en duchas pequeñas o compartidas.
Desde cestos individuales hasta estructuras metálicas de varias alturas, estas soluciones destacan por su capacidad y resistencia. Aquellas fabricadas en acero inoxidable son especialmente populares, ya que soportan bien la humedad y el uso intensivo. También puedes encontrar modelos en piedra o cerámica, ideales para quienes buscan añadir un toque de elegancia y sofisticación al baño.
Soluciones colgantes: practicidad sin perforaciones
Las soluciones colgantes son una de las formas más prácticas de añadir almacenaje a tu baño sin necesidad de taladrar la pared. Su instalación es rápida y sencilla, ya que se cuelgan directamente del grifo de la ducha o de la mampara.
Estas estanterías y cestos suelen ser ligeros, pero tienen una gran capacidad para almacenar productos de uso diario. Antes de adquirirlos, asegúrate de que las dimensiones y el diseño se ajustan a las especificaciones de tu mampara o grifería para evitar problemas de compatibilidad. Además, muchas de estas soluciones incluyen recubrimientos antideslizantes para mayor seguridad.
Optimización del espacio vertical
Cuando el espacio es limitado, aprovechar la altura es clave. Estantes altos, estructuras sobre el inodoro o soluciones de suelo a techo pueden ser muy útiles para organizar e incluir incluso elementos decorativos como plantas. También puedes optar por muebles de baño con varias alturas para maximizar el almacenamiento.
Con un par de incorporaciones estratégicas, tu baño se convertirá en un espacio donde el orden y el diseño estén en perfecta armonía. No es necesario recurrir a soluciones complejas ni costosas; basta con elegir las opciones que mejor se adapten a tu estilo y necesidades específicas.