El cepillo de dientes es uno de los utensilios que usamos cada día y varias veces. Por lo que es cierto que necesitará de un buen cuidado para mantenerlo siempre limpio y que nos dure un poco más. Si no le has prestado atención a todo ello, es el momento de hacerlo y dar lo pasos correctos para mantenerlo perfecto.
¿Sabes cuáles pueden ser los cuidados básicos? Seguro que ya te los puedes imaginar, pero si no es así, entonces estamos nosotros para ir describiéndotelos uno a uno. De manera que así, siempre que cuides el cepillo de dientes, también estarás cuidando de tu boca. Si es que todo ello tiene una gran relación directa. Así que, no debes perdértelo.
El cepillo de dientes debe mantenerse limpio
Tal y como acabamos de mencionar, si vamos a limpiar la boca necesitamos de un utensilio que también esté limpio. Así que, en primer lugar lo mejor es lavarnos las manos con jabón. De modo que así no le podamos pasar ningún tipo de bacteria. Luego, una vez que lo hayamos usado, llegar el momento de lavarlo. Lo haremos pasando la yema del dedo por él, para poder eliminar todo tipo de resto que se haya quedado incrustado. Con un poco de agua o pasándolo bajo el grifo, ya tendremos más que suficiente.
Guárdalo de una forma correcta
¿Cómo se debe guardar después de su uso? Pues lo mejor es dejarlo en un lugar ventilado. Es por ello que solemos tener un vaso sobre el lavabo donde lo colocaremos. De modo que quede de manera vertical, que se pueda ir secando poco a poco y evitando así que nuevas bacterias se apoderen de él. Recuerda que es mejor no guardarlo húmedo en ningún tipo de estuche. Olvídate también de esos capuchones que algunos de ellos suelen traer: al aire libre hasta que esté completamente seco.
Cambiar el cepillo de dientes cada dos o tres meses
Es cierto que no hay una regla firme, pero cada dos o tres meses suele ser lo habitual. En ocasiones podemos esperar hasta los cuatro meses, pero desde luego que antes de verlo demasiado deteriorado y con sus cerdas aplastadas, el cambio debe efectuarse. De ahí que no solo es cuestión de tiempo sino de ver cada día en qué estado se encuentra el cepillo en cuestión. Porque cuando vemos cómo las cerdas está más abiertas o comienzan a deshilacharse entonces no estarán haciendo la función de limpieza que necesitamos.
Protégelo si vas de viaje
El único momento en el que podemos cubrirlo será cuando hagamos la maleta para ir de viaje. Porque necesitamos que no esté en contacto con otras prendas o con otros artículos. Más que nada porque no queremos que se llene de bacterias. Pero al mismo tiempo, también conseguiremos que no se deforme al transportarlo de manera correcta. Para ello, nada como cubrirlo en un envase propicio para él. Pero en cuanto lleguemos al destino, debes colocarlo al aire libre y en posición vertical como antes mencionamos.
Nunca debes compartirlo
Lo sabes y nosotros también, pero no está de más el recordarlo. Porque a veces pensamos que por hacerlo una sola vez no va a ocurrir nada, aunque nos equivocamos. Así que, lo mejor es que el cepillo sea solo de tu propiedad, es más, si has tenido alguna dolencia últimamente, conviene que lo cambies por uno nuevo. Como dolencia hacemos mención a los virus que pueden establecerse en nuestro cuerpo, ya que últimamente están siempre presentes. De ahí que si alguien usa el mismo cepillo que tú, se le pueden pasar microrganismos varios.
Ahora ya sabes todo lo que necesitas sobre el mejor cuidado de tu cepillo de dientes. Algo que debes aplicar a la práctica, para asegurarte de dar los pasos correctos en su higiene.