Tener suficiente espacio de almacenaje es clave para que una estancia como la cocina no solo funcione, sino que además resulte práctica. En la mayoría, conviven armarios y estantes abiertos a los que no siempre sabemos sacar partido. Algo que pueden cambiar los siguientes trucos para organizar los estantes abiertos de la cocina.
Los estantes abiertos además de descargar visualmente la estancia nos permiten tener a mano aquello a lo que recurrimos con mayor frecuencia. El orden en los mismos, sin embargo, es clave para que no transmitan caos a la estancia. Y, ¿cómo lo logramos?
Cuando hablamos de orden, hablamos de mucho más que la propia situación de los objetos. En los estantes de la cocina, tan importante es permitir que estos repiten como la elección de los elementos y su ubicación para que transmitan una sensación de orden a la cocina.
Deja que los estantes respiren
Los estantes abiertos, como ya hemos mencionado, son una gran alternativa para descargar visualmente la cocina, especialmente cuando esta es pequeña. Sustituir algún armario alto por estantes permite que la cocina parezca mayor siempre claro que no los satures de objetos. Y es que abarrotando los estantes lograrás el efecto contrario al que deseas; no solo parecerá que no tienes espacio en la cocina sino que esta parecerá más caótica.
Hazlo bien y deja que entre grupo y grupo de objetos deja que el estante respire. Tampoco es necesario que guardes una distancia determinada entre todos y cada uno de los objetos que coloques en ellos, pero sí que parezca que hay sitio para más.
Repite elementos
Si utilizas los estantes para guardar legumbres, cereales, frutos secos… hazlo utilizando tarros iguales de diferentes tamaños. La homogeneidad en su diseño hará parecer el estante mucho más ordenado y ya se encargarán los diferentes colores de poner la nota divertida.
Apila platos de igual tamaño y coloca junto a estos un grupo de vasos o de boles para que haya cierto dinamismo. No se trata de que todo resulte simétrico sino de que visualmente los estantes transmitan orden. ¡Fíjate en las imágenes para saber cómo hacerlo!
Combina elementos fríos y cálidos
Somos muchas a las que nos gustan las cocinas blancas, pero conviene dar a estas pequeños matices de color que aporten calidez y creen puntos de interés que te hagan recorrer la cocina con la mirada. Y eso se consigue introduciendo entre elementos neutros otros en materiales naturales como la madera o las fibras vegetales y/o con color.
Unos tarros transparentes con tapas de bambú pueden ayudarte a lograr esa calidez de la que hablamos. También reservar un sitio en los estantes para las tablas de cortar de madera o los salvamanteles de fabricados con fibras vegetales. O utilizar cestas para guardar elementos pequeños.
Unas cestas, platos o piezas de cerámica en color también pueden ayudarte a romper con la hegemonía del blanco. Eso si procura escoger un color (dos como mucho) e introducirlo aquí y allá en la cocina para crear cierta coherencia.
Una ubicación práctica
La idea de organizar los estantes abiertos de la cocina no solo debe responder a una necesidad estética, sino también a una práctica. Lo lógico es que utilices estos estantes para colocar elementos que utilices todos los días y te resulte práctico tener a mano mientras cocinas o cuando llega el momento de poner la mesa.
Asimismo, lo lógico es que cada elemento esté cerca del lugar en el que vas a utilizarlo. Unos estantes abiertos cerca de la mesa resultan muy prácticos, por ejemplo, para colocar platos, vasos y unos cestos con cubiertos a los que toda la familia pueda acceder. Asimismo, junto a los fogones resultará muy cómodo tener boles, condimentos y utensilios de cocina.
No quiere decir que no puedas colocar además en los estantes elementos que no resulten prácticos. Siempre es una gran idea dar un toque personal a estos estantes con piezas que nos gustan y que simplemente resultan decorativas.
¿Te gusta tener todo ordenador en la cocina?