Junto con la cocina el cuarto del baño es la estancia a cuya limpieza mas tiempo dedicamos. Y es que hay características propias de esta estancia como el calor y la humedad que han de tenerse en cuenta para planificarla. Pero no hablamos hoy tanto de rutinas de limpieza, como de hábitos que debemos adoptar o desterrar en el cuarto de baño.
El calor y la humedad pueden ser una fuente de problemas en el cuarto de baño, especialmente en aquellos que no tienen ventilación adecuada y donde es mas fácil que proliferen moho y hongos. Pero existen otros problemas derivados de la falta de higiene en estos espacios que hoy queremos evitar. Los siguientes 4 hábitos son un buen comienzo para ello, ¿los tienes ya incorporados a tu rutina?
Seca bien las toallas
Argollas y ganchos nos proporcionan un lugar en el que colgar las toallas de forma sencilla y rápida, pero no son los mas adecuados en cuartos de baños donde no existe una buena ventilación. ¿Por qué? Porque las toallas no se secan tras su uso y esa humedad prolongada en el tiempo puede convertir estas en un foco para la proliferación de bacterias.
Todos deberíamos secar al aire libre nuestras toallas tras su uso para evitar el mal olor y la proliferación de bacterias. Sin embargo, no todos lo hacemos con la de la ducha y mucho menos con la de manos. Una buena ventilación en el baño y una barra, suficientemente alejada de la pared, que nos permitan colgar la toallas bien estirada, sin embargo, podría paliar los efectos derivados de ello.
Otra buena costumbre para mantener la correcta higiene de las toallas es lavarlas al menos una vez por semana tal como recomienda la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) y asegurarnos que están bien secas cuando vayas a guardarlas. Además, es importante meterlas directamente a la lavadora y bajo ningún concepto echarlas al cesto de la ropa sucia húmedas.
Nunca dejes la alfombra de la ducha en el suelo
Si no es una buena costumbre colgar las toallas húmedas en un gancho estando mojadas, imaginaos lo que ocurre si las dejamos mojadas sobre el suelo. Dejar las toallas arrugadas en el suelo evita que se sequen, lo que podría hacer que el moho crezca y los malos olores aparezcan.
Las alfombras de baño son útiles para evitar resbalones al salir de la bañera o de la ducha. Además, contribuyen a que el suelo no se moje demasiado. Sin embargo, tan pronto como acabemos de utilizarlas debemos acostumbrarnos a algo tan sencillo como colgarlas sobre la barra de la ducha o una barra instalada para ese propósito.
Desinfecta la escobilla semanalmente
Lo más habitual tras limpiar con la escobilla el inodoro es enjuagar esta bajo el agua corriente. Sin embargo, esto no es suficiente. Tras su uso además de enjuagarla será necesario desinfectarla ya sea con una solución de lejía o de vinagre blanco y bicarbonato.
¿Y cómo la desinfectamos? Una buena costumbre tras limpiar el inodoro, es tirar de la bomba y enjuaga la escobilla en agua limpia. Una vez hecho esto, resulta muy cómodo levantar el asiento del inodoro y sujetar el mango de la escobilla bajo este tal como aparece en la imagen. ¿Para qué? Para rociar con una mezcla de agua y lejía la escobilla primero y dejarla secar antes de devolverla a su sitio después.
Cierra la tapa antes de tirar de la cisterna
Otro de los buenos hábitos en el baño es cerrar la tapa del inodoro tras su uso, antes de tirar de la cadena y que esta descargue el agua. ¿Por qué? Porque en esa acción los gérmenes pueden contaminar todo el baño por el efecto de la corriente de aire.
El cuarto de baño es una de las estancias en cuya limpieza debemos esmerarnos mas. Lo ideal es integrar su limpieza en nuestra rutina diaria, dejando la ducha limpia tras el baño o el lavabo antes de irnos a dormir. Así, menos nos costará realizar una limpieza mas profunda un día por semana. ¿Y tu? ¿Qué hábitos en el baño consideras importantes?