Estas galletas de mantequilla tienen un sabor parecido al de las pastas de té danesas. Crujientes y con una textura arenosa que le confiere la almendra molida, se comen tan rápido como se hacen. Con el café o el té de la tarde resultan exquisitas y son ideales para que los niños lleven al colegio.
Su sencillez es parte de su encanto. No encontraréis galletas más fáciles de hacer que estas, por eso esta receta resulta una buena propuesta para aquellos que no habéis horneado antes galletas. Son un clásico imprescindible en todo recetario y por eso tiene un hueco hoy en Bezzia.
Tiempo de preparación: 20 minutos.
Tiempo de horno: 15-20 minutos.
Raciones: 14 galletas grandes
Ingredientes
- 255 g. harina
- 150 g. mantequilla a Tª ambiente
- 160 g. azúcar blanquilla
- 150 g. almendra molida
- 1 huevo
- 1 cucharadita levadura química
- 1 cucharadita extracto de vainilla
Elaboración
- Precalienta el horno a 180º con calor arriba y abajo.
- En un bol, mezcla la harina con la levadura con ayuda de una cuchara. Reserva.
- En otro bol bate la mantequilla con el azúcar y la vainilla hasta que blanqueen. Puedes hacerlo con unas varillas eléctricas o con un robot de cocina.
- A continuación, añade la almendra molida y el huevo y vuelve a batir hasta que se integren.
- Incorpora la harina con la levadura y amasa a mano en el bol, hasta lograr una masa homogénea y no pegajosa.
- Haz con la masa bolas de 3-4 cm. de diámetro y colócalas sobre la bandeja de horno, forrada con papel sulfurizado. Colócalas separadas entre sí, para que no se peguen al hornearlas.
- Aplasta las bolas ligeramente y dales forma con un sello engrasado, si tuvieras, una patata decorada o cualquier otro utensilio que te sirva para ello.
- Hornea entre 15 y 20 minutos, según el horno y el tamaño de las galletas, hasta que empiecen a dorarse.
- Sácalas del horno, déjalas enfriar 3-4 minutos en la bandeja y trasfiérelas después, con una espátula, a una rejilla para que terminen de enfriarse.
