¿Es posible volver a confiar en el amor tras una mala experiencia? En ocasiones, podemos terminar con una larga relación de pareja en la que hemos salido heridas. Ahí donde no solo ha surgido un dolor que hemos tardado bastante en superar, sino donde además, queda ahora una marcada decepción. Un fracaso sentimental que pesa demasiado como para desear iniciar nuevos compromisos, nuevas relaciones. Lo creamos o no son muchas las personas que deciden no volver a enamorarse por miedo a fracasar de nuevo, es lo que suele denominarse como «filofobia», es decir, se inclinan simplemente por no «sentir para no sufrir».
Sabemos que el amor no es cuestión de fe. Una no puede elegir simplemente «no enamorarse» o dejar de querer a alguien cuando notamos que las cosas no van bien. En ocasiones surge sin que lo podamos evitar y es ahí donde aparece esa sensación de falta de control que tanto suele asustar. Temor a abrirse emocionalmente a una nueva pareja por miedo a ser heridos y repetir la experiencia anterior. Son muchos los sentimientos que ponemos en juego, y es habitual que muchas de nosotras prefiramos centrarnos en nuestro trabajo, familia y amigos, antes que en tener una nueva pareja afectiva. Pero ¿hacemos bien?
La necesidad de superar el fracaso sentimental
No podemos volver a confiar en el amor, si antes, no hemos superado nuestra última relación. Toda separación hemos de afrontarla como un duelo, ahí donde ir despegándonos poco a poco de esa pareja. De ese vinculo emocional ahora roto. De una convivencia llena de intimidades, vivencias y complicidades que hay que dejar atrás para rehacer un nuevo presente. Y ello, requiere tiempo. Veamos qué dimensiones hemos de tener en cuenta para afrontar toda separación:
- Desapego emocional: es sin duda lo más complejo, lo más doloroso. La unión emocional que hemos establecido con esa persona es única y excepcional, y es así como hemos de verla. Lo que hemos pasado con ese compañero no tiene por qué repetirse con otras relaciones. Cada persona nos aporta su personalidad, sus afectos y sus defectos, y es vital que vayamos poco a poco dejando atrás todo aquello que nos hizo daño. Hemos de verlo como una etapa de la que obtener un aprendizaje determinado. Una etapa vivida que día a día irá doliendo un poco menos siempre que lo afrontemos con ánimo y con esperanza. Todo ciclo tiene un inicio y un fin, y da paso a su vez a otros nuevos donde merecemos ser felices de nuevo.
- Confianza en una misma. En ocasiones, una ruptura traumática nos hace sentir vulnerables. Si se da el caso por ejemplo en el que ha existido un engaño, una infidelidad o un abandono sin demasiadas explicaciones, es habitual que nos sintamos especialmente frágiles. Además de heridas. Son los casos más complejos. Y afrontarlo requiere un tiempo personal en el que reconstruir muchos aspectos de nuestra vida: pasaremos por una etapa de rabia e incomprensión, seguida por una de sentida tristeza, un duelo complejo en el que iremos avanzando poco a poco hacia la recuperación de nuestro auto-concepto. Es necesario que busquemos tiempo para nosotras mismas, para trabajar nuestra confianza, nuestra autoestima… lo último que debemos hacer es quedarnos en casa. El apoyo de amigos y familiares es esencial, y muy útil por ejemplo emprender nuevos proyectos. Nuevos planes. La auto-confianza se reconstruye día a día. Las malas experiencias no tienen por qué repetirse, pero todos necesitamos tiempo para superar un fracaso emocional y personal.
La importancia de volver a confiar en el amor
Todos merecemos volver a ser felices. Y el amor, las relaciones de pareja, son sin duda el mejor camino para conseguir no solo esa ilusión imprescindible en el día a día, sino también un proyecto de vida. Compartir, crecer, disfrutar, construir… son dimensiones que caracterizan a las buenas parejas que logran consolidar su compromiso con éxito. No importa que antes hayamos experimentado ciertos fracasos sentimentales. Las nuevas oportunidades suelen aparecer y lo peor que podríamos hacer es no aprovecharlas por no confiar.
Walter Riso, experto en terapias y relaciones de pareja, nos explica que para volver a confiar y construir una relación de pareja adecuada y satisfactoria, deberíamos centrarnos en los siguientes aspectos.
1. Entregándonos sanamente
Entregarse afectivamente no significa darse al otro para perderse uno mismo. El amor sano implica alzar un universo propio con otra persona donde ambos ganan y ninguno pierde.
2. La confianza como base
Hay que tener en cuenta de qué modo ofrecemos nuestro amor a otra persona. Debemos hacerlo con confianza, aportaremos amor y entrega a nuestro compañero pero mantendremos siempre nuestra propia autoestima y nuestro propio equilibrio. Confía en ti misma y en la relación. No tienen por qué repetirse los fracasos que hayas podido tener con relaciones anteriores, pero por si acaso, no establezcas una dependencia absoluta con la otra persona. Una relación de pareja es un universo donde ambas personas aportan sus propios esfuerzos para que el compromiso se mantenga, pero si lo hace una sola, si siempre es la misma persona quien cede, se esfuerza y claudica, entonces ya no es una relación sana. Confía en ti misma, mantén tu autoestima. El amor saludable implica amar sin dejar de quererse a sí mismo.
3. Olvidar los miedos
El amor no es sufrimiento. Si nos obsesionamos en perder al otro, en que no nos quieren lo suficiente, en que vamos a ser heridos o traicionados, entonces, no estamos disfrutando. No estamos siendo felices. Olvida tus miedos y vuelve a confiar en ti misma. ¿Se puede entonces volver a creer en el amor? Desde luego, pero de ti depende siempre que dejes tus temores atrás.