El polvo talco es uno de los productos de higiene y belleza que más años llevan con nosotros, generalmente se usa en la higiene del bebé, pero también se conocen trucos para la piel o para el cabello, por ejemplo, cuando queremos eliminar o disimular la grasa capilar.
El problema de este producto es que, según el modo de uso, podemos estar exponiéndonos a diferentes riesgos. Entre los más frecuentes se encuentra el riesgo a ser inhalado y eso afectaría a nuestros pulmones. También hay que tener especial cuidado si se usa cerca de la zona íntima femenina o cerca de los ojos.
Para evitar daños causados por el polvo talco recuerda:
- No sacudas demasiado el bote, así evitarás que acabe esparcido por toda la estancia, con el consiguiente riesgo de ser inhalado.
- Opta por talcos sin fragancia.
- Si lo vas a usar para el bebé opta por su versión líquida.
- Ten cuidado al utilizarlo en la zona íntima, tanto en bebés como en adultos, ya que con la humedad se forma una especie de masa que acumula bacterias y hongos. Evita que el polvo talco entre en contacto directo con la vagina, los expertos lo relacionan con el cáncer de ovario debido a algunos de sus componentes.
- No lo apliques cerca del rostro.
- Algunos preservativos lo utilizan como lubricante. Estos no son nada recomendables porque además tiene una estrecha relación con la peritonitis en las trompas de falopio, es decir, pueden causar problemas de infertilidad.
Imagen – Química productiva
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