¿Tu piel se enrojece con facilidad? ¿Es especialmente susceptible a los efectos del sol o el frío? ¿La mayoría de productos cosméticos te provocan irritación? Si este es tu caso, tienen las piel sensible y deberás emplearte a fondo en su cuidado.
El primer paso es eliminar los jabones de tu rutina diaria de belleza. No te limpies la cara con jabón y utiliza en su lugar tratamientos hipoalergénicos o jabones naturales con manteca de karité. Los cosméticos con alcoholes, fragancias, colorantes o alérgenos son el pero enemigo de tu piel. Destiérralos de tu neceser y apuesta por productos naturales con ingredientes como la caléndula, el saúco o la avena.
Mascarilla de avena para piel sensible
Ingredientes: 3 cucharadas de avena, 1 cucharada de miel, 1 clara de huevo.
Elaboración: Mezcla la avena con la miel y una clara de huevo. Cuando esté bien mezclada y sin grumos, aplícate esta masacarilla natural sobre el cutis. Deja actuar unos 20 minutos y retira con agua fría.
Mascarilla refrescante para piel sensible
Ingredientes: 2 cucharadas de hojas de menta, 2 cucharadas de perejil, media taza de leche.
Elaboración: Pica las hojas de menta y perejil. Añade la leche y bate bien hasta obtener una mezcla homogénea. Aplícatela sobre el rostro y deja actuar al menos 15 minutos antes de retirar con una esponjita.
Leche hidratante para piel sensible
Ingredientes: 2 zanahorias, 1 hoja de lechuga, 1 vaso de leche.
Elaboración: Pica la lechuga y ralla las zanahorias. Ponlas a hervir y deja macerar durante un día. Añádele la leche y bate bien. Deja reposar un par de horas antes de colar la leche. Puedes introducirla en un botecito y conservar en la nevera. Para aplicarla, utiliza un disco de algodón y retira con agua fresca.
Tónico para piel sensible
Los tónicos suelen contener alcohol o otros ingredientes que pueden irritar la piel sensible. En su lugar, utiliza un tónico natural mezclando agua de rosas con un par de gotitas de extracto de ortiga.