La psicología que utilizan en el supermercado para que compres más

Carro de un supermercado

Llega la Navidad y, con ella, esas sabrosas comidas y cenas que tanto nos gustan rodeados de los nuestros. Aunque no es oro todo lo que reduce… También llega la hora de hacer la lista de la compra y acercarnos a nuestro supermercado a por todo lo que necesitamos. Eso ya no es tan divertido, ¿a que no…? Primero, por el tiempo que tardamos en hacernos con esa lista interminable de productos. Segundo, por el gasto económico que conlleva.

Pero si no quieres gastar más de lo necesario y pasar por caja con una cuenta desorbitada… ¡cuidado!. Las grandes superficies comerciales hacen muy buen uso de la psicología para incrementar sus ventas. Y lo hacen tan bien ¡que puede que ni te des cuenta!. Por eso, en Bezzia te contamos algunos de las técnicas psicológicas más comunes que se utilizan para conseguir que compres más de lo que necesitas.

Precios con muchos nueves

Precios con nueves de los supermercados

Cuando observamos el precio de un producto, los consumidores tendemos a dirigir nuestra atención a la primera cifra. Los céntimos pasan más desapercibidos y esto hace que se distorsione un poco nuestra percepción del precio real. Por ejemplo, un artículo que cuesta 4,99 euros es percibido más barato que uno de 5. Esto hace que, inconscientemente, pensemos que su precio es menor de lo que realmente es.

El carro de la compra

Mujer con carro de la compra en un supermercado

Los comercios cuyos precios son elevados, suelen utilizar carros más pequeños. Esto lo hacen para que cuando pases por caja a abonar tu compra, sientas que, a pesar de la elevada factura, ¡has llenado el carro! y esto, nos hace pensar que nuestra compra a fin de cuentas ha salido rentable. En las superficies que utilizan precios más competitivos, los carros son de mayor tamaño. Al encontrar precios más bajos, pensamos que tenemos margen para llenar el carro sin gastar una gran cantidad de dinero.

Además, todos los carros se desvían ligeramente hacia la izquierda. ¿No lo habías notado…? Esto tiene su lógica. Cuando esto ocurre, nos vemos obligados a sujetarlo con la mano izquierda, lo que hace que la derecha quede libre para alcanzar con mayor facilidad los productos. De igual modo, se suelen utilizar ciertos suelos preparados para conseguir que el carrito se apresure o vaya más lento según qué secciones.

 El supermercado. Zonas frías y zonas calientes

Mujer comprando en un supermercado

En las zonas frías de los supermercados es donde el tráfico de personas es menor. Suelen ser espacios de paso, peor iluminados y más escondidas. En estas zonas se suelen colocar los productos más básicos, por lo que siempre tendrás que ir en su búsqueda y te verás forzado a pasar por ahí.

Por el contrario, en las zonas calientes, sin embargo, es donde mayor circulación de clientes hay. En ellas, se colocan los artículos a los que se quiere dar más salida. Esto no es mera casualidad y es que, los expertos en ventas saben qué lugares estratégicos usar para atraer mayor cantidad de compradores.

Cambios de ubicación de los productos más básicos

No es favorable para un comercio cambiar constantemente la ubicación de sus artículos, ya que esto generaría frustración entre la clientela. Pero sí es una técnica muy utilizada, hacerlo de forma esporádica o con motivo de alguna campaña en la que queramos llamar la atención del consumidor hacia un determinado producto.

Cuando sabemos en qué lugar se encuentra lo que necesitamos, vamos directos a por ello. Automáticamente vamos a por lo que nos interesa sin atender a lo demás. Mediante esta acción, tenemos que recorrer el supermercado hasta encontrar lo que buscamos, por lo que nuestros ojos tendrán más tiempo para fijarse en otros artículos diferentes.

Decoración e iluminación

La manera en la que se exponga un producto ante el público será determinante a la hora de resaltar su atractivo. Un producto en una bonita estantería, con una iluminación tenue y decoración acorde, será mucho más deseable para el cliente.

Colocación estratégica de los artículos

Mujer buscando una botella de vino en un supermercado

En los supermercados, los productos que desean que compremos, se ubican en las estanterías que hay a la altura de los ojos. Esta es la mejor forma para que los veamos de una manera directa. Por el contrario, los productos rebajados o de precios más bajos se encuentran en los estantes más bajos.

Las golosinas o productos llamativos para niños se suelen colocar también en las estanterías más bajas para llamar la atención de los más pequeños. Otra estrategia de ubicación es la de colocar los artículos más interesantes a la derecha, puesto que como hay más personas diestras, se suele mirar más hacia ese lado.

Los «inofensivos» productos de las cajas

Productos de las cajas de un supermercado

Tras recorrer todo el supermercado haciendo la compra, la espera en la línea de cajas se ve «casualmente» amenizada por estantes con toda clase de artículos poco necesarios pero bastante seductores. Chocolatinas, pilas, revistas, juguetes… Productos de poco valor pero con un importante margen de beneficios para la empresa, ya que cumplen la función perfecta de poner la guinda final a una compra completa.


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